Se trataría de un empleado judicial que «por accidente», cayó sobre el objeto y éste se le introdujo rectalmente. Los médicos tuvieron que garantizar absoluta reserva.
Un equipo de cirujanos operó a un empleado judicial y le extrajo una tapa de desodorante, la cual le había ingresado accidentalmente en su hogar. De acuerdo con fuentes médicas, la compleja intervención quirúrgica fue realizada días atrás en un centro privado de salud de la ciudad capital.
La antesala al revuelo de los profesionales habría sido el arribo de un hombre, muy preocupado y con un dejo de lógico rubor. Quienes trabajan en el sanatorio señalaron que al tenerse una noción del cuadro clínico, los médicos improvisaron todo un movimiento de personal. Éste despliegue conllevaba el único propósito de garantizarle al paciente absoluta reserva, señalaron las fuentes.
Descuido
Al parecer, al dialogar con los médicos, el hombre les habría explicado que el objeto extraño le ingresó por el ano, a «raíz de un insólito descuido». Hacía calor y se encontraba trabajando con papeles en su casa. Explicaciones más detalles menos, sin querer se habría resbalado y caído, sufriendo así el incómodo trance. Inclusive, se sabe que hubo varias horas en que el hombre habría intentado -en vano- retirarse (él mismo) el elemento contundente, provocándose lesiones y un sangrado.
Tras las palabras, los expertos realizaron los análisis y determinaron la ubicación del objeto extraño. Luego, pusieron al tanto al paciente sobre las características de la operación invasiva que se le practicaría, ahondaron las fuentes.
Anestesia
Tomados todos los recaudos, el empleado judicial fue ingresado al quirófano, donde lo aguardaban cirujanos, anestesistas y enfermeras, se supo. Así, en un tiempo razonable, los cirujanos materializaron la nada convencional intervención.
Trascendió que la tapa del desodorante fue retirada sin dificultad alguna y que el paciente evoluciona muy bien. Después del tiempo post operatorio establecido, pudo retirarse a su hogar.
Fuente: El Liberal