Según los medios australianos llegó a 45,8 grados centígrados, un número que nunca había alcanzado. Los incendios amenazan con seguir extendiéndose.
La ciudad de Sidney alcanzó los 45,8 grados centígrados, la temperatura más alta registrada en toda su historia, luego de varias semanas de intenso calor y con severos incendios forestales que se produjeron en diferentes áreas de ese país.
Según las mediciones del servicio de meteorología, los termómetros marcaron el máximo histórico a las 14.54 de ese país, sobrepasando la anterior cifra de 45,3 grados datada en enero de 1939 por el Observatorio Hill de la ciudad australiana.
Desde que comenzó el año esta es la segunda vez en la que se registran temperaturas superiores a los 40 grados, algo que sólo sucedió cuatro veces en enero en los últimos 107 años.
«El verano pasado el mercurio llegó a un tope de 33,4 grados y Sidney sólo tuvo dos días por encima de los 30. En promedio, la ciudad alcanza los 40 grados una vez cada tres veranos. Este año el inicio de la época cálida es inusualmente caliente», manifestó el meteorólogo Ben McBurney al diario Sidney Morning Herald.La ola de calor, que afecta especialmente a los estados de Victoria y Nueva Gales del Sur, llevó a los servicios de emergencias a alertar sobre la posibilidad de nuevos incendios o el recrudecimiento de los ya existentes.
Las llamas que se declararon cerca de la localidad de Aberfeldy, en el estado Victoria, arrasaron 25.000 hectáreas y amenazan a varias poblaciones. Para la jornada del sábado se prevé una baja en las temperaturas y que vendrá acompañada de lluvias y tormentas eléctricas.