En una escena sacada de una película de horror al estilo «Destino Final», Michael McComish, un luchador de último año en Madison High School, enfrentaba a un rival de la escuela Chamberlain, y se había colocado en posición cuando un foco cayó desde el techo a una altura de 30 pies y lo golpeó en la espalda y cabeza.
Increíblemente, McComish sólo sufrió una cortadura en la frente que requirió varios puntos de sutura y algunos otros rasguños menores. Vivió para contarlo