El cardenal Jorge Bergoglio alentó hoy a producir «un cambio» en la sociedad que afronta «realidades destructoras» como «la droga, la corrupción y la trata de personas»
«El sufrimiento de inocentes y pacíficos no deja de abofetearnos; el desprecio a los derechos de las personas y de los pueblos más frágiles no nos son tan lejanos; el imperio del dinero con sus demoníacos efectos como la droga, la corrupción, la trata de personas, incluso de niños, junto con la miseria material y moral son moneda corriente», aseveró.
El primado argentino alertó que «poco a poco nos acostumbramos a oír y a ver, a través de los medios de comunicación, la crónica negra de la sociedad contemporánea, presentada casi con un perverso regocijo, y también nos acostumbramos y convivimos con la violencia que mata, que destruye familias, aviva guerras y conflictos».
Tras asegurar que «la destrucción del trabajo digno, las emigraciones dolorosas y la falta de futuro se unen también a esta sinfonía», reconoció que «nuestros errores y pecados como Iglesia tampoco quedan fuera de este gran panorama».
El arzobispo de Buenos Aires trazó este diagnóstico en su carta para la Cuaresma, tiempo litúrgico de 40 días anterior a la Pascua que los cristianos comenzarán a transitar el miércoles con la ceremonia de imposición de las cenizas.
«Nuevamente somos invitados a emprender un camino pascual hacia la vida, camino que incluye la cruz y la renuncia; que será incómodo pero no estéril. Somos invitados a reconocer que algo no va bien en nosotros mismos, en la sociedad o en la Iglesia, a cambiar, a dar un viraje, a convertirnos», subrayó.
Bergoglio sostuvo que «los egoísmos más personales justificados, la falta de valores éticos dentro de una sociedad que hace metástasis en las familias, en la convivencia de los barrios, pueblos y ciudades, nos hablan de nuestra limitación, de nuestra debilidad y de nuestra incapacidad para poder transformar esta lista innumerable de realidades destructoras».
fuente > infobae.com