Para muchos, el boxeo es discutido, y cuando ocurren tragedias así, vuelve a salir a la luz esa diferencia de criterio. En Indonesia, un chico de 17 años falleció en una pelea por el título de su país.
Con apenas seis combates en su haber, Tubagus Sakti aguantó la paliza hasta el octavo round. Su rival, Ical Tobida, tenía 28 años.
Cuando corría el octavo round (de 12) Tobida comenzó a golpear a su rival sin tregua. Pese a levantar los brazos pidiendo clemencia, el árbitro continúo el combate hasta que no dio más.
Una vez finalizado, el referi lo tuvo que acompañar hasta el rincón, Sakti colapsó en su esquina y comenzó con convulsiones. Los médicos ingresaron al ring, le colocaron oxígeno y lo llevaron al hospital, pero fue declarado muerto por consecuencia de una hemorragia cerebral.