Un tazón chino de más de mil años de antigüedad que perteneció a la Dinastía Song del Norte se vendió el martes pasado en una subasta en Nueva York por US$2,2 millones.
Lo curioso del caso es que el cuenco fue comprado por apenas US$3 en un garaje en Nueva York en 2007.
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Un subastador de la casa Sotheby’s dijo que el artículo estaba expuesto en la repisa de la chimenea de una familia que residía en la ciudad estadounidense, que no tenía ni idea de su valor real.
El tazón desató una batalla de pujas antes de ser adquirido finalmente por el comerciante de Londres Guiseppe Eskenazi.
Sotheby’s había estimado originalmente que el tazón, que mide tan sólo 12,7 centímetros de diámetro, se vendería por U$300 mil como máximo.
Siete veces el valor
Eskenazi, reconocido como uno de los comerciantes más importantes de arte oriental del mundo, pagó más de siete veces su valor estimado.
El comerciante de arte entró en una «prolongada» lucha con otros tres coleccionistas, según la casa de subastas.
Sotheby’s comentó que el tazón es un «ejemplo extraordinario y de excepcional belleza de la cerámica Song, célebre por su encapsulamiento delgado, su cuerpo fino casi blanco y su esmalte de color marfil».
El único tazón conocido de la misma forma, tamaño y de casi idéntica decoración ha permanecido en la colección del Museo Británico en Londres desde hace más de 60 años, después de haber sido concedido al museo por el destacado coleccionista británico Henry J. Oppenheim en 1947.
Según Sotheby’s, las cerámicas de la Dinastía Song son cada vez más buscadas por los coleccionistas de arte chino.
BBC Mundo