En el acto que encabezó desde la Nave de las Ciencias, en Tecnópolis, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner envió un nuevo mensaje de felicitación al Papa Francisco I, después de la carta que le dirigiera una vez conocida la noticia. «Hoy es un día histórico, por primera vez en la historia, en los 2.000 años de historia de la Iglesia, va a haber un Papa que pertenece a Latinoamérica» y agregó que «le deseamos de corazón a Francisco que pueda lograr un mayor grado de confraternidad entre los pueblos y las religiones».
Y agregó que «esa opción del nombre Francisco que creo que es por San Francisco de Asis sea realmente la opción que puedan hacer las grandes jerarquías para que podamos volver a reencontrarnos toda la humanidad en confraternidad, con amor, en igualdad de condiciones, con justicia y equidad».
«La verdad es lo que deseamos siempre porque este es un gobierno que ha estado siempre optando por los que menos tienen y eso es lo que muchos no nos han perdonado así que le deseamos toda la suerte del mundo en esta misión pastoral», indicó la presidenta.
Pero fundamentalmente la jefa de Estado remarcó la importancia que esta designación tiene para América Latina y para la Argentina: «Esperamos que sea una elección significante para nuestra región para que también lleve el mensaje a las grandes potencias del mundo, para que dialoguen. Porque también creemos que el diálogo, que tanto pregonan desde tantas partes, lo hagan efectivo y puedan convencer a los poderosos del mundo a esos que tienen armamento y poder financiero que finalmente dirijan una mirada hacia sus propias sociedades y hacia los pueblos emergentes, y que promuevan un diálogo de civilización donde ninguna cuestión se resuelva por la fuerza sino lo haga por los canales diplomáticos», dijo.
«Le pedimos a Dios que ayude que pueda hacerlo posible para que las causas justas en este bendito planeta que se llama Tierra. Estoy segura de que Dios y la Virgen así lo quieren», agregó.
Y concluyó que le envía todos sus «deseos de buenaventura y buena misión pastoral. No hay ningún argentino que no crea y que no quiera que la humanidad viva mejor, que haya igualdad, que haya confraternidad».