Los argentinos los conocen y ya no les generan sorpresa. Son los envases chicos que despiertan por un lado cierta sensación de bronca -pagar lo mismo por algo más pequeño- y por otro, paradójicamente, inducen a comprar por su amigable formato.
Hoy se convirtieron en parte integrante del escenario que se les presenta a los consumidores cuando van al supermercado y eligen qué agregar al carrito.
Los packs de galletitas, la pasta dentífrica y hasta los paquetes de yerba se fueron «achicando» con el paso del tiempo.
«Esto se venía notando en los últimos meses también en las pastas, los snacks, los chocolates y algunas golosinas», destacó Adrián Kittner desde eConsultora.
Tanto Bagley como Terrabusi y Sancor redujeron en el último tiempo sus envases. Por ejemplo, las galletitas Surtido y Variedades pasaron de tener 500g. a 400g. Y el producto Sancor Jogs se «achicó» de 200g. a 190g. Las Merengadas, también traen menos contenido, ya que antes contenían 300g y ahora cuentan con 279 gramos.
En los productos de limpieza también se nota un cambio, ya que muchas marcas redujeron sus paquetes de 1kg. a 800gramos.
Algo similar se observa en algunos artículos de higiene personal y cosmética.
Por estos días, no es casual que hayan tomado un mayor protagonismo. Sucede que este tipo de packaging se ha transformado en una verdadera herramienta para las marcas que buscan «acomodarse» al reciente congelamiento de precios, en un intento por evitar ceder rentabilidad o hacerlo lo menos posible.
Es que el «freezer» que rige para las principales cadenas de supermercados llevó a las empresas a implementar estrategias para poder mantener, de alguna manera, el margen unitario de ganancia.
Por eso, en este contexto, los expertos estiman que en el transcurso de las próximas semanas se incrementará la apuesta por los envases «mini».
Adrián Pierini, experto en packaging y director de la firma Pierini Partners, advirtió que las marcas pueden recurrir -principalmente- a tres herramientas frente al acuerdo de precios congelados:
• Estimular la compra a través del lanzamiento de nuevos sabores u opciones alejados de la lupa oficial.
• Disminuir sus costos apelando a materiales más económicos en sus paquetes.
• Sacar envases más chicos y más baratos.
«Un tamaño más pequeño puede implicar para las empresas una rentabilidad mayor», señaló Pierini.
Por otro lado, los expertos no descartan que se incrementen los faltantes en las góndolas a medida que se vaya acercando el temido «día 61», si bien ya se especula con un alargamiento del plazo impuesto por el Gobierno.
Paquetes «extra-small»
El gramaje de los paquetes ha cambiado. Esto es percibido por buena parte de los consumidores que ven cómo, por el mismo precio, meses atrás se llevaban una determinada cantidad de un producto y hoy «se quedan cortos».
Para Pierini, los packs más chicos responden a un doble motivo: por un lado, las empresas saben que esta estrategia les sirve para no tener que aumentar los precios. Pero, a su vez, hay una tendencia creciente en los compradores a llevarse envases de menor tamaño.
«El consumo en el supermercado es cada vez más individual y menos familiar», opinó el experto en packaging. Y agregó que este proceso llegó para quedarse, ya que «las firmas se fueron dando cuenta de que los paquetes chicos les funcionan».
Los especialistas consultados por iProfesional.com coincidieron en que esta apuesta por reducir los paquetes tiene que ver, además, con que las compañías se ven obligadas a mantener el precio de varios de sus productos sensibles a ojos del Gobierno.
Otra «trampita»: los envases nuevos
Los paquetes pequeños no serán la única consecuencia del «efecto freezer» que los consumidores notarán en estos días.
Es que las marcas también pondrán en marcha otras estrategias perceptibles desde las góndolas.
Como consecuencia del congelamiento de precios, los expertos anticiparon muchas de ellas se inclinarán por:
• «Poner en el freezer» ciertos lanzamientos: es probable que las empresas que tenían planificado sacar algún producto al mercado en estas semanas esperen para ver qué sucede. «Muchas van a frenar ciertas modificaciones que tenían pensado hacer», puntualizó Kittner.
• Lanzar nuevos envases: una de las formas de esquivar los controles oficiales es colocar en las góndolas envases nuevos que no aparezcan ante los ojos del consumidor como un producto conocido que aumentó de precio. «Seguramente las empresas saquen más artículos al mercado de este tipo, para así no afectar las restricciones impuestas por el Gobierno, ya que se trata de valores nuevos», explicó el consultor.
Pierini también anticipó que es factible que las firmas apelen a esta «trampita» para escapar a la lupa de Moreno.
«En estos casos, suele ocurrir que las marcas sacan artículos alternativos que todavía no están regulados o lanzan nuevos envases con costos reducidos», indicó.
¿Precio mata tamaño?
En un escenario en el cual se busca que los precios no se alteren y en el que se trata de que el supermercado sea una «burbuja» que le escapa a la inflación, surge la duda de si los consumidores miran con recelo cómo los artículos que cargan en el changuito se van achicando con el paso de las semanas o, simplemente, se concentran en aprovechar para comprar a «precio freezer» sin prestar atención a este fenómeno.
Los expertos indicaron que, acostumbrados a esta estrategia de las marcas de no encarecer directamente varios de sus artículos, los argentinos no verán con malos ojos el «achicamiento», ya que están más enfocados en controlar que realmente los precios no aumenten.
«Hoy, al comprar, la gente se fija principalmente cuánto sale», señaló Pedro Faedo, desde el Instituto Argentino del Envase.
Esto hace que los consumidores también tiendan a conformarse con los paquetes más chicos, por más de que no siempre la relación cantidad-precio les convenga.
Es que esto ocurre en un contexto en el cual los argentinos cuidan cada peso que gastan en el supermercado.
En este sentido, Juan Manuel Primbas, country manager de la consultora Kantar Worldpanel, advirtió que «en la actualidad, el consumidor está muy atento a los precios».
«Los compradores gastan menos dinero a la hora de ir al súper», coincidió Pierini.
Y agregó que esto hace que los paquetes «mini» se conviertan en los nuevos «reyes» de las góndolas, ya que la ecuación cierra de modo más conveniente para «ambos lados».
Por el lado de las compañías, los formatos más pequeños ayudan a no tener que subir los precios y a poder llegar a un consumidor más cauto, en un contexto económico que se ha vuelto más complejo.
Comportamientos en el súper
Si bien las empresas hacen sus esfuerzos para sortear el congelamiento, los argentinos también intentan sacar rédito del «efecto freezer», un «hechizo» que -al menos por ahora- tiene fecha de vencimiento a fin de este mes.
En este punto, Primbas explicó que «intentan stockearse para protegerse de la inflación futura» y sostuvo que «la gente está haciendo todo lo posible por cuidar su poder adquisitivo».
Por otro lado, desde el Gobierno aseguran que el acuerdo de precios funciona como una «promoción» oficial. Sin embargo, los expertos en consumo dudan de la validez de esta afirmación.
Es que «esta medida no tiene un efecto tan grande como el de los descuentos. En las rebajas habituales, la gente disfruta al ver cuánto ahorra puntualmente con cada producto, algo que con los precios congelados es imposible de conocer», destacó el experto.
Lo que ocurre, según Primbas, es que el acuerdo actúa como un incentivo pero no resuelve en absoluto la escalada inflacionaria que tiene lugar en el país.
En esta línea, el consultor afirmó que «el congelamiento sólo funciona como un estímulo a las compras en el corto plazo».
Góndolas más vacías
Si bien tanto marcas como supermercados están aunando esfuerzos para cumplir con la promesa de mantener sus precios hasta el 1° de abril, los expertos aseguran que -a medida que pase el tiempo el «efecto freezer» dejará sus rastros en las góndolas y los faltantes se irán haciendo más notorios.
«Seguramente vayan aumentando los huecos en los estantes», señaló Kittner desde eConsultora.
Y comentó que «esto dependerá, principalmente, de lo que ocurra con los fabricantes y distribuidores».
En la misma línea, Faedo consideró que «si la industria aumenta los precios se va a empezar a complicar la cosa».
Por otra parte, los especialistas destacaron que de no extenderse el acuerdo entre las cadenas de retail y el Gobierno es probable que los argentinos corran al supermercado a «llenar el changuito» los últimos días de marzo.
La prueba piloto
Supermercados y marcas se encuentran en una situación complicada, imposibilitados de subir los precios en góndolas mientras que los fabricantes aún no se sumaron al congelamiento.
Frente a esto, los expertos aseguraron que las marcas ahora están barajando posibilidades para afrontar este complejo escenario y que se encuentran a la expectativa de cómo evoluciona la presión oficial sobre el resto de la cadena productiva.
Por su parte, Faedo resaltó que en marzo las empresas se dedicarán a estudiar el mercado y, en consecuencia, decidirán qué hacer.
En este sentido, el experto concluyó: «Funcionarán como un período de prueba para la gran mayoría de las marcas».
Fuente > http://www.iprofesional.com