Cuando su papá le informó que sería el nuevo rey porque su abuela Beatriz abdicaría al trono, la princesa Catharina Amalia preguntó sin inocencia: “¿Y tú por cuánto tiempo estarás?”. Ella es ahora la nueva princesa de Orange y Nassau y la inmediata heredera al trono de Holanda, después de Guillermo Alejandro y Máxima. Como hija mayor de los soberanos y con solo 10 años, Catharina Amalia ya conoce sus responsabilidades, el protocolo y sus obligaciones, aunque en estos años las tareas del colegio tengan prioridad sobre las actividades reales. Rubia, traviesa, divertida y protectora de las princesas Alexia y Arianne, sus hermanas menores, vive junto a sus padres en Villa Eikenhorst, la residencia de la reina Beatriz en medio del campo, rodeado de bosques, canales, patos, cisnes, caballos, en un monumento al equilibrio ecológico. Habla holandés con su padre, inglés con su abuela, que la “entrena” como hicieron con ella, y estudia en la escuela pública de Flower Camp en el elegante barrio de Bloemcamp, en el pueblito de Wassenar. El español es el lenguaje con el que las tres hermanas se comunican con Máxima y sus abuelos y tíos en Buenos Aires y en el colegio practican francés. La princesa más adelante se mudará a Huis Ten Bosch, el palacio que abandonará su abuela Beatriz para irse a su chateau de 20 hectáreas. Amalia practica equitación y a veces sus padres las llevan junto a sus hermanas a shows de dressage en Amsterdam. En esas oportunidades se puede observar cuánto Catharina se parece físicamente a su padre, aun cuando Máxima viste siempre iguales a las tres hermanas. Una vez por año organizan un foto familiar para la prensa pero los reyes prefieren que sus hijas crezcan sin presiones, ni exposición mediática, alejadas de las lentes de los fotógrafos y la televisión lo más posible. A su llegada al trono, Catharina Amalia Beatriz Carmen Victoria de Holanda reanudará ese matriarcado real que cumplieron su tatarabuela Guillermina, su bisabuela Juliana y su abuela Beatriz antes que su papá, primer hombre rey en 123 años que llegará al trono de los Orange Nassau. Su ascendencia ahora ha cambiado: es una holandesa con sangre argentina y desciende de sangre vasca por los Zorreguieta e italiana por los Cerruti, el nombre de María del Carmen, su abuela materna. Una mezcla que puede ayudar a aliviar las tensiones que la inmigración ha generado en el reino. Aún cuando juega al hockey, patina, anda en bicicleta o practica seriamente equitación y esquí, las obligaciones de una Royal dominan la vida de la pequeña Amalia. Ella nació el 7 de diciembre del 2003, en el Hospital Bronovo de La Haya, y cuando la noticia se conoció la saludaron 101 cañonazos en cuatro lugares del país. Su bautismo fue tan real como sus padrinos: el príncipe Constanjin, hermano del papá, y Martin Zorreguieta, el hermano de su mamá, más la princesa heredera Victoria de Suecia. Su cumpleaños se celebra oficialmente con un concierto en Loosterkerk, en La Haya, a donde asisten embajadores, los miembros del Consejo de Estado y funcionarios del gobierno. Cuando nominaron con su nombre a un avión Douglas C-47, que había pertenecido a su bisabuelo, el príncipe Bernardo, ella no pudo asistir porque las clases en el colegio eran más importantes. Para ver a sus abuelos argentinos, la pequeña heredera viaja a Buenos Aires en sus vacaciones navideñas porque el pasado de Jorge Zorreguieta y su rol en la dictadura militar no permiten a él y su esposa, María Pame Cerruti, participar en la vida oficial de los Royal. Una clara división entre la vida privada y los actos constitucionales de los nuevos reyes y príncipes se ha establecido para no confundir los roles, en un país de moral calvinista. Cuando vienen a la Argentina, generalmente se encuentran en la estancia que Guillermo Alejandro y Máxima compraron en la Patagonia, donde se reúne la familia en sus vacaciones para disfrutar sin la curiosidad de las miradas indiscretas. Aun reyes, van a seguir concurriendo en avión privado y c
Catharina Amalia, la pequeña princesa argentina que será reina de Holanda
Que opinas? Deja tu comentario