El estrés es parte de un proceso biológico que nos ayuda a responder ante situaciones de peligro; es una hormona llamada cortisol, la responsable de esos cambios súbitos de humor. Viéndolo de esta manera, el estrés resulta un beneficio para todos, pues puede salvar nuestra vida, explica el diario huffingtonpost.com.
Sin embargo, existe ese estrés cotidiano que puede ser completamente dañino para nuestra salud. Hablamos de la tensión con la que viven los humanos de hoy en día, ya sin importar edades, como una respuesta a una vida apresurada donde los deberes deben ser cumplidos y las deudas pagadas en poco tiempo.
Ese estrés se ha vuelto parte de la vida de muchos de nosotros, pero tenemos que hacer algo para eliminarlo porque afecta no sólo nuestra salud, también nuestro estado de ánimo y hasta las relaciones que podemos tener con otras personas.
Desestresarnos también debe ser parte de nuestra rutina en la búsqueda de una vida mejor, pero ¿cómo hacerlo? Las cosas más sencillas nos pueden ayudar, desde tomar un baño o leer un libro, pero si eso no funciona contigo, aquí te presentamos un listado con algunos de los pasos que puedes tomar para ser libre,¡libre de estrés!.
Acepta la realidad. No te desgastes queriendo cambiar las cosas, recuerda que lo pasado es pasado, así que mejor mira hacia delante y acepta lo que vives ahora.
¡No seas chismoso! Deja que los demás se preocupen de sus cosas, no te agobies con problemas ajenos, lo mejor es ocupar tu mente en asuntos propios, aunque se trate de una persona que estimes mucho, pues si no te centras en ti, te pierdes.
Reinterpreta lo que vives. Tú y sólo tú decides cómo juzgas las cosas, en qué clasificaciones las colocas, así que escoge siempre el lado positivo en vez del negativo. ¿Por qué? Porque el segundo sólo te traerá preocupaciones y sobresaltos; lo que no queremos. “Si te afliges por alguna causa externa, no es ella lo que te importuna, sino el juicio que tú haces de ella. Y borrar este juicio, de ti depende” Marco Aurelio.
Dile adiós a las expectativas. Brinda lo mejor de ti, pero no olvides que hay muchas cosas que no están bajo tu control y debes aceptarlo. Esperar cierto resultado y luego darte cuenta que la realidad es otra, te decepciona; mejor recuerda que no tienes control sobre nada más que de ti.
Vive el presente. El pasado ya sucedió y el futuro aún no, así que mejor concéntrate en el día de hoy. Repetirte mentalmente todo lo que tienes que hacer no te ayudará a avanzar más y te hará sentir agobiado.
Disfruta de ti mismo. La única persona con la que siempre contarás es contigo mismo, así que será bueno que empieces a conocerte y quererte más.
Olvídate de la aprobación. No busques sentirte aceptado por los demás, pues eso sólo te llevará a vivir en función de expectativas ajenas, pregúntate qué es lo que tú quieres y empieza a vivir en base a eso, a lo que tú quieres.
Se tú mismo. Sí, queremos que vivas una vida en base a tus propias expectativas, pero no las crees comparándote con los demás, ni para sobreestimarte; todos somos diferentes y todos tenemos el mismo valor.
Acepta tus emociones. Es parte de ser tú mismo, es identificar todo eso que pasa dentro de nuestro cuerpo, escucharlo, escucharnos.
Deja de juzgar y criticar a otros. ¿Por qué? Porque “Si juzgas a la gente, no tienes tiempo para amarla”, Madre Teresa de Calcuta.
Perdona. No hay nadie que quiera vivir una vida llena de rencor y odio, así que mejor libérate y perdona.
Deja de buscar seguridad en lo externo ya que es una fuente segura de estrés. Lo externo cambia constantemente y escapa de nuestro control.
Aprecia y agradece. No vivas de expectativas ajenas ni de placeres externos, sé feliz con lo que tienes, pues es todo lo que necesitas.
Fuente: http://de10.com.mx/vivir-bien/2013/pasos-para-dejar-el-estres-16362.html