El sitio de intercambio de archivos firmó un acuerdo histórico con algunas entidades de defensa de derechos de autor. Se trata de una estrategia para cambiar el perfil de la compañía.
por Diego Rottman
A poco más de un año del cierre de Megaupload, dos sitios argentinos se vieron muy afectados: Taringa!, que permite el intercambio de archivos entre los usuarios; y Cuevana, que brinda un catálogo de películas y series en streaming. Ambas web ofrecen sus contenidos de manera gratuita a los usuarios, pero también tienen otro denominador común: fueron perseguidas judicialmente por publicar material protegido por derechos de autor.
La baja en la cantidad de contenidos disponibles fue notable: gran parte de los usuarios de Taringa! usaban a Megaupload como “locker” preferido para subir su material, razón por la cual numerosos posts dejaron automáticamente de ser útiles. Esto repercutió, obviamente, en su audiencia: el tráfico de visitas bajó desde principios de 2012 a la fecha.
El duro golpe significó un giro de timón para el sitio, que está moviendo su estrategia hacia un modelo más “legal” de distribución de contenidos. La primera muestra de este cambio se produjo el año pasado, con la creación de Taringa! Música, un sitio de streaming donde los propios artistas suben sus temas y generan contactos con sus fans. Algo similar había intentado en su tiempo MySpace, buscando diferenciarse de Facebook.
El segundo movimiento en este sentido fue la creación de un sello discográfico propio. Lo llamaron 432 Hz, bautizado así por la frecuencia que se cree que es el “balance” perfecto del sonido en la naturaleza. De esta forma, se acercaron a la Sociedad Argentina de Autores, Intérpretes y Compositores (SADAIC) editando de manera “legal” los discos (en formato físico y también digital) de las bandas surgidas en Taringa! Música. Hasta el momento son dos: Gauchos y Superchería.
Pero el hecho trascendental tuvo lugar el último viernes, en el Mercado de las Industrias Culturales Argentinas (MICA), un evento realizado entre el 11 y el 14 de abril en Tecnópolis. Allí, Matías Botbol, uno de los directores de Taringa!, suscribió una carta de intención junto a Isaac Rubinzal, presidente de la Cámara del Libro (CAL); y Víctor Hugo Yunes, secretario de la Sociedad Argentina de Autores, Intérpretes y Compositores (SADAIC).
Esa carta de intención, entre otras cuestiones, revela el interés de las partes a que la “libre circulación de obras y bienes culturales no debe lesionar el legítimo derecho de sus creadores a beneficiarse económicamente con el fruto de su trabajo” y a “armonizar” el ejercicio de quienes quieren compartir contenido y quienes lo generan.
El documento marca un antes y un después en la historia de Internet en la región, pues las partes mostraron interés en trabajar conjuntamente para crear una ley que regularice la distribución de contenidos por Internet. Además, Taringa! anunció que ofrecerá una herramienta para que los propios autores den de baja los contenidos que ellos produjeron y que fueron publicados en el sitio sin su consentimiento.
Además, la firma de este acuerdo tiene otro dato particular. Rubinzal es uno de los querellantes en la causa que tiene procesados a los tres directores de Taringa! (Hernán y Matías Botbol, y Alberto Nakayama) por la difusión sin permiso de varios libros de Derecho. Rubinzal admitió que se trata de un “hecho independiente”, aunque la carta de intención podría llegar a acercar las posiciones de las partes.
Si bien este cambio en la estrategia comercial de Taringa! puede explicarse por la baja de contenidos y de visitas, existe otra cuestión de gran importancia para que esto ocurra ahora. Los inversores tecnológicos internacionales están apostando a proyectos nacidos en países emergentes.
En la Argentina, por citar algunos casos, el foro PsicoFXP recibió el año pasado una inversión de un millón de dólares por parte del fondo CEDEL Investments para desarrollar la plataforma de opiniones Opicos. Por su parte, la aceleradora de proyectos NXTP Labs hace unos días comunicó que el FONIM, un organismo del Banco Interamericano de Desarrollo, le giró 5 millones de dólares para mejorar la promoción de proyectos argentinos.
Taringa! posee una gran masa crítica de usuarios, siendo uno de los 10 sitios más visitados de la Argentina, y hasta tiene versión “internacional” SocialPhy. Dos argumentos que podrían hacerlo merecedor de capitales que lo ayuden a crecer, pero un esquema el esquema actual de Taringa! podría asustar a los inversores. Un modelo que contemple los derechos de autor podría cambiar el panorama.
No es casualidad que Taringa! busque expandirse y lograr capitalizar mejor sus más de 21 millones de usuarios registrados actuales y los 67 millones de visitantes mensuales. Este sitio, que nació el 14 de abril de 2004, busca en su noveno año de vida pasar de ser un proyecto de algunos amigos a convertirse en una empresa con un perfil más profesional.