A veces, prohibir algo, sólo genera un efecto contrario. Es lo que sucedió con un aviso publicitario en los Estados Unidos.
La Oficina de Aprobaciones Comerciales y la Autoridad de Estándares de Publicidad de Nueva Zelanda vetaron en enero pasado un anuncio de la hamburguesa Memphis BBQ, uno de los integrantes del menú de la empresa estadounidense Carl’s Jr. Determinaron que el clip publicitario explotaba la sensualidad de las dos modelos protagonistas de una manera degradante, al tiempo que acudía al sexo para vender un producto no relacionado con las relaciones sexuales.
En las imágenes se ve una sensual lucha de dos bellas jóvenes, una rubia y una morocha, en plena cocción de las hamburguesas. Con shorts de jeans y tops ajustados, las chicas protagonizan un enfrentamiento. Al parecer, es por ver quién hace mejor el plato que luego disfrutarán en medio de una sexy reconciliación y ante la mirada de dos empleados de la empresa… con baba incluida y camaritas en mano para retratar la caliente escena.
Los censores neozelandeses no dudaron a la hora de prohibir un clip breve con una escena cargada de sexualidad en un producto alimenticio. Lo consideraron machista, con imágenes para conquistar a “hombres hambrientos”. Aunque también podría reflejar una relación homosexual entre las muchachas porque terminan degustando las hamburguesas cruzadas, como el brindis de los recién casados… en un país donde se acaba de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo. Algo que no tendría que provocar ningún escándalo.
Ante el cierre de la televisión neozelandesa a su anuncio, el equipo de Carl’s Jr. decidió eludir la censura de una manera muy ingeniosa: realizaron hace unos días una publicidad para radio que relata en detalle el video prohibido en la televisión.
“Cada vez que hay controversia en torno a uno de nuestro anuncios, las ventas aumentan”, señaló Andy Puzder -director ejecutivo de la compañía dentro de la cual opera Carl’s Jr.- a The New Zealand Herald. Así, le agradeció a los censuradores.
Puzder justificó el estilo provocativo de su promoción por el hecho de contar con un presupuesto menor al de competidores como McDonald’s y Burger King. “Nuestros anuncios tienen que marcar la diferencia”, afirmó.
Esta no es la primera vez que su empresa es censurada. En 2012 otro comercial de Carl’s Jr., protagonizado por Kate Upton, fue prohibido antes de su transmisión durante el Super Bowl. La célebre modelo escandalizó por su picante sensualidad y aquella vez también le bajaron el pulgar.