Por CANDACE JACKSON para http://online.wsj.com/
Nueva York se jacta de tener algunos de los bienes raíces más caros del mundo, pero puede ser una ganga en cuanto a lo que hay que pagar por adelantado si se compara con Londres, Hong Kong y Singapur.
Un comprador extranjero de una residencia en Hong Kong que cuesta US$15,26 millones tendría que pagar cerca de una cuarta parte del precio en impuestos y honorarios, es decir unos US$3,75 millones. En Nueva York, en cambio, estos pagos por un departamento semejante sólo ascenderían a los US$217.980.
a comparación, sin embargo, no es tan sencilla. Los impuestos a la propiedad son significativamente más altos en la metrópolis estadounidense y los dueños deben pagar una suma substancial a la hora de vender el inmueble.
Un reciente informe elaborado por la empresa de bienes raíces Savills, el banco de inversión Deutsche Bank DBK.XE -0.29% y la firma londinense de diseño y administración de propiedades Candy & Candy compara el costo de comprar y vender una propiedad de 10 millones de libras esterlinas, unos US$15,26 millones, en Nueva York, Londres, Hong Kong y Singapur. Las personas más acaudaladas del mundo han impulsado los precios de los bienes raíces más codiciados en cada uno de estos mercados durante los últimos años, pero el costo de estas transacciones, así como los impuestos que hay que pagar al año, exhiben grandes variaciones.
En Londres, por ejemplo, los impuestos por timbres y estampillas y otros cobros por adelantado constituyen 7,1% del precio total de una vivienda de lujo, es decir unos US$1,09 millones, según el estudio. En el caso de Singapur, los costos por adelantado para los compradores internacionales son incluso más altos y equivalen al 18% del valor de la residencia, alrededor de US$2,75 millones.
Los cálculos han cambiado en los últimos meses y años conforme los gobiernos intentan frenar el alza en los precios de sus mercados de bienes raíces y el ingreso de compradores extranjeros se han traducido en la imposición de nuevos cobros e impuestos, explicó Yolanda Barnes, directora de estudios mundiales de Savills. «Se trata de un intento premeditado para impedir que los compradores internacionales saturen el mercado de bienes raíces residenciales», observó.
En la parte más codiciada del centro de Londres, donde los precios han trepado más de 25% frente al máximo previo alcanzado en 2007, y en donde cerca de dos terceras partes de los compradores de las propiedades más costosas son extranjeros, una medida que acaba de ser promulgada impone un impuesto de 15,1% a quienes compran inmuebles a través de compañías offshore que ocultan su identidad. El tributo para otros compradores para una residencia de 10 millones de libras asciende a 7%.
A Nick Candy, presidente ejecutivo de Candy & Candy, cuyo condominio de lujo en One Hyde Park en Londres ha vendido departamentos por US$200 millones, principalmente a compradores foráneos, le preocupa que la imposición de gravámenes y cobros adicionales «ahuyente a los compradores internacionales» y haga que prefieran invertir en ciudades como Nueva York. «El gobierno acá ha hecho todo lo que está de su parte para dificultar la compra de bienes raíces residenciales de parte de extranjeros», apuntó.
Los impuestos anuales a la propiedad y los costos de cierre, sin embargo, ayudan a emparejar la situación, indicó. El costo de cerrar la venta de una residencia de US$15,26 millones en Nueva York llega a los US$1,13 millones, más de 12 veces más que en Londres. Además, para una vivienda de ese precio, los impuestos ascenderían a US$1,43 millones en un plazo de cinco años, comparado con US$16.470 en Londres. Cabe aclarar que algunos de los edificios más nuevos en Nueva York ofrecen importantes reducciones en los impuestos a la propiedad.
El mercado para las residencias de lujo muestra pocas señales de enfriamiento, según el estudio. Las filas de los más ricos del mundo han aumentado drásticamente en los últimos años. El número de multimillonarios creció 10% el año pasado y se espera que el patrimonio global aumente de los actuales US$122 billones (millones de millones) a US$150 billones en los próximos cinco años. Candy, asimismo, señaló que los magnates consideran a los bienes raíces en las principales ciudades del mundo como una inversión relativamente segura.
Casi una tercera parte de los compradores de viviendas en Singapur en 2011 fueron extranjeros, más del doble que hace 10 años. Las personas de China continental han estado adquiriendo propiedades en Hong Kong. Las cuatro ciudades del estudio fueron seleccionadas por su atractivo para los inversionistas internacionales, en especial los de los mercados emergentes.
Barnes, de Savills, señaló que a pesar de los nuevos cobros e impuestos, los compradores internacionales seguirán invirtiendo. «Para los ultrarricos, creo que es casi engañoso considerar estas inversiones como compras de residencias», manifestó. «Es más parecido a establecer una base global de operaciones. Hay lugares en el mundo donde cualquier multimillonario que se respete tiene que estar».