Una gran cantidad de material contaminado de Chernobyl y muy peligroso se detectó en los últimos días en la Argentina, tras haber sido ingresado de manera ilegal y ser ofrecido por internet o en puestos callejeros.
La venta está a cargo de bandas mafiosas que se dedican a saquear casas y edificios abandonados, arrasen con ropa, muebles y cualquier objeto que pueda ser vendido.
Un informe publicado por el Diario Popular, recordó el accidente en la central nuclear de Chernobyl, ocurrido el 26 de abril de 1986 y considerado uno de los mayores desastres ambientales de la historia, donde los materiales radiactivos emanados fueron 500 veces superiores a los registrados como consecuencia de la bomba lanzada por Estados Unidos en Hiroshima.
Por este hecho más de 400 pueblos debieron ser evacuados y en los últimos años hay grupos que se dedican a saquear viviendas abandonadas buscando elementos para ser posteriormente vendidos y a raíz de la peligrosa situación, el licenciado en Seguridad Pública, Luis Vicat, explicó lo que sucede.
«Hay grupos locales que están comprando esta mercadería desde Europa, cuyo origen tiene vinculación con el desastre ocurrido en la ex Unión Soviética», reveló, tras lo cual precisó que «los objetos son ofrecidos en venta tanto en páginas de internet como en puestos callejeros, en San Telmo, Plaza Lavalle o Parque Centenario, entre otros».
Vicat agregó: «Hablamos del mayor accidente radiactivo de la historia. Toda Europa se vio afectada por este problema, por la nube tóxica tras el hecho. Debieron tomarse medidas drásticas, como eliminación de animales y plantaciones enteras. Asimismo, unos 400 pueblos de la periferia de la planta nuclear fueron evacuados para proteger a las personas».
«Desde hace unos años, estos espacios, que estaban absolutamente vedados, comenzaron a ser invadidos por grupos que desvalijan las casas y edificios abandonados, ya que el botín es importante», señaló el especialista.
En tanto, manifestó que «toda la población de esas localidades fue relocalizada, y aparecieron las bandas que vienen arrasando con todo, desde muebles, hasta vajilla, vestimenta, bijouterie, de todo», agregando que «esto sale hacia todo el planeta, incluida nuestra región, donde los elementos llegan de manera ilegal, sin controles, y comienzan a vender bajo la modalidad hormiga».
«Se vienen detectando prendedores, condecoraciones, objetos militares de distinto tipo de esas zonas. Es muy difícil la prevención, porque la gente compra estos objetos de buena fe, sin saber que pueden estar contaminados y resultar peligrosos para la salud. Hay aros, llaveros, relojes, cualquier cosa. Muchas veces el propio vendedor no está al tanto del origen», dijo.
Para el experto, «la realidad es que los controles en torno a este problema son muy complejos de ejecutar, pero es adecuado que estemos atentos como consumidores de objetos usados, porque la radiación en los objetos puede provocar verdaderos daños en la salud».
Según se informó, lo primero a tener en cuenta es que cuando una célula recibe radiaciones, sufre distintas alteraciones, que pueden ser más o menos graves, según la dosis recibida y el tipo de elemento.
Además los trastornos más frecuentes producidos por el exceso de radiación son el cáncer, las alteraciones gastrointestinales, afecciones de la médula ósea, así como del aparato reproductor (infertilidad, malformaciones) y el debilitamiento del llamado sistema inmunológico.
El mayor riesgo lo tienen las mujeres pues los espermatozoides se regeneran totalmente cada 90 días, sin embargo, los óvulos permanecen en los ovarios toda la vida y si un óvulo es alterado por la radiación y fecundado posteriormente, se producirán malformaciones en el feto, incluso durante años posteriores.
Cuando la principal vía de contagio es la inhalación, sólo es efectivo ingerir pastillas de yodo. La tiroides va eliminando el yodo sobrante y de esta forma, cuando se satura de yodo normal puede ir eliminando el yodo radiactivo inhalado.
Si el contacto es a través de la piel, se elimina lavándose con detergente tanto el cuerpo, como el pelo y las uñas, y desechando la ropa mientras que en general, los efectos de la radiactividad son acumulativos y una exposición, aunque sea pequeña y continua, resulta peligrosa.