Resulta difícil de creer pero es así. Forma parte de las distorsiones que trae la actual «confusión cambiaria». En Uruguay, Brasil, Chile y Paraguay se requiere de menos cantidad de moneda local para adquirir un billete verde que en el mercado blue doméstico. Las razones que esgrimen los cambistas
La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida… así decía una conocida canción de los años ´80 que interpretaba el cantante panameño Rubén Blades.
Por estos días, esa canción adquiere plena vigencia en muchos aspectos de la vida económica y en uno en particular: el mercado cambiario.
Los buscadores de nuevos negocios financieros -esa especie que en la Argentina tiene un campo fértil para desarrollarse- están en un momento particularmente «creativo» gracias al cepo cambiario y a la escapada del dólar blue.
Es que en los momentos en que los precios, medidos en dólares, cambian día a día, siempre surgen posibilidades de arbitraje, algunas realmente insólitas.
Quién diría, por ejemplo, que el peso argentino pudiera llegar a valer más fuera del país que dentro de las fronteras.
Es una idea que va contra toda lógica y contra lo que muestra la historia: a fin de cuentas, lo que uno debiera recibir a cambio de un peso argentino siempre tendría que ser inversamente proporcional a la distancia donde se quiere cambiar ese billete.
A nadie extrañaba que fuera de ese modo, dado que al cambista de otras latitudes le resulta luego difícil y costoso volver a transformar el dinero argentino en otra divisa.
Sin embargo, en estos últimos días no fue así: el peso argentino vale más en los países vecinos que en el mercado local.
¿Cómo se explica esta paradoja? Por la histeria que viene generando el billete paralelo, su impensada brecha con el oficial y porque la cotización cambia hora a hora, habiendo arañado este viernes el «dólar Messi» de $10.
Claro que en los países vecinos se tarda un poquito más en saber cómo reaccionar frente a este «rating minuto a minuto» que impone el blue argentino.
También, en tener en claro qué cotización ofrecerle a un turista que se acerca a una casa de cambio con billetes con la carita de Roca y que va en busca de divisas estadounidenses.
Hoy día, gracias a la tecnología, cada acontecimiento que se da a nivel global puede influir de manera casi instantánea en el precio de un activo.
Pero el peso parece ser la excepción. A punto tal que, en estas últimas horas, cuanto más lejos se ubicaba el cambista, mejor valuaba un billete argentino.
En efecto, este viernes se daba un negocio insólito: se podía vender un dólar en el mercado paralelo local y recomprar billetes verdes en un país limítrofe a un precio… más barato.
Por cada $9,88 (cotización del billete informal este viernes en la city poteña) se ganaba un 16% en dólares.
Sí, leyó bien. Incluso en Brasil el peso argentino valía más que para los propios argentinos.
En este caso en particular, por cada $9,88 en vez de recibir u$s1,00 se obtenía u$s1,16.
Parece insólito, pero es real.
Resultaba más barato comprar dólares con pesos argentinos en Chile, Paraguay o incluso Uruguay que en el microcentro porteño.
Las pruebas, a la vista: mientras que en Buenos Aires el blue llegó a valer hasta $9,97 (finalmente cerró a $9,88), el siguiente cuadro muestra a cuánto se negoció en otras plazas:
• Montevideo (Cambio18 y Gales): $9,80.
• Santiago de Chile (Efex Cambios): $9,13.
• Asunción (Alberdi Cambios): $9,50.
• Río de Janeiro (Casa Alianza): $8,48.
Con estas cotizaciones, quedó prácticamente en el olvido el elevado precio que durante mucho tiempo «martirizó» a quienes deseaban comprar divisas fuera de las fronteras con dinero «blanco», pues en todas esas plazas se otorgan recibos oficiales que respaldan cada operación.
En este desconcierto que trae la disparada del paralelo, si antes la pregunta habitual era por qué se necesitaba afuera más moneda local para adquirir un billete verde, este viernes la cuestión se invirtió y el interrogante pasó a ser: ¿Por qué el peso argentino valía menos en la propia Argentina?
El «delay», la diferencia
En primer lugar, debe considerarse que la demanda de blue en las cuevas porteñas es continua y no cesa, pese al aumento de su cotización, algo que se viene viendo reflejado en el salto registrado durante los últimos meses.
Haciendo un breve repaso, se observa que esta situación fue agravándose en la medida en que el Gobierno decidió intensificar el cepo cambiario, lo que derivó en una brecha creciente entre el valor oficial y el paralelo en la plaza local.
Esto hizo que muchos argentinos -al verse impedidos de adquirir divisas- optaron por recurrir al circuito marginal para hacerse de billetes.
Más cerca en el tiempo, muchos han aprovechado la posibilidad que brinda el «dólar Colonia» de extraer con la tarjeta adelantos a través de cajeros al tipo de cambio «turista» que, con cargos adicionales, llevan la cotización a una cifra cercana a los $7.
Durante un largo lapso fue «vox populi» que en las casas de cambio de los países limítrofes el precio del dólar comprado con pesos argentinos se ubicaba muy por encima de los valores negociados localmente.
Esto se debió porque en la mayoría de las naciones vecinas no veían con sumo agrado a la moneda nacional por su debilidad.
Sin embargo, en estos últimos días -producto del «delay» externo para reacomodarse al entorno cambiario local-, argentinos que visitaron una casa de cambio se encontraron con la «novedad» de que podían comprar dólares a cotizaciones incluso más bajas a la del blue en Buenos Aires.
¿Por qué ahora valen más?
Desde Casa Gales, una de las más prestigiosas entidades de Montevideo, un operador cambiario afirmó «que el peso argentino en ese país ha ganado algo de valor por la demanda creciente de uruguayos que viajan cada vez más a Buenos Aires en tours de compras».
«En la medida en que las restricciones cambiarias en Argentina se fueron intensificando y el dólar aumentó en forma desproporcionada, la oferta de pesos fue mermando, frente a una demanda que ahora corre por encima», señaló.
«Aquel problema que teníamos en las casas de cambio situadas los países limítrofes -ante muchos argentinos que buscaban deshacerse de sus billetes en busca de otra divisa- se atenuó, producto de una mayor demanda», señaló el operador de otra casa de cambio uruguaya, instalada sobre la tradicional avenida 18 de Julio, entre Río Negro y Paraguay.
Según Pablo Moya, economista y socio de la consultora económica-financiera Oikos de Uruguay, «existe un mayor requerimiento de pesos argentinos porque se contabiliza una mayor cantidad de uruguayos que están cruzando el charco, ya que el tipo de cambio entre monedas hace que los precios sean muy ventajosos y convenga ir hacia Buenos Aires».
«Los uruguayos que van a hacer turismo se quedan más de 24 horas para así saltear restricciones, como la prohibición de regresar a su país con productos extranjeros si la permanencia es inferior a ese lapso».
«Lo más barato para nosotros es la ropa, donde también hay muchas ofertas y variedad. El alojamiento y la comida también ahora resultan convenientes», agregó el consultor uruguayo Moya.
«Se dan dos factores a la vez: por un lado, Uruguay está muy caro y, por otro, Argentina quedó muy barata si se considera el valor del blue», concluyó el socio de Oikos.
Mejor panorama en otros países
En igual sentido, en dialogo con iProfesional, un operador de la agencia Cambios Alberdi, una de las principales casas de cambio de Paraguay, con sede en Asunción, afirmó que el dólar contra peso este viernes se negoció a $9,50.
Es decir, aquí también se necesitaba de menos pesos argentinos que en la propia city porteña para hacerse de un dólar.
«Venía en alza la demanda de dólares por parte de los argentinos y con ella ingresaron muchos pesos. Ahora esos pesos no pierden tanto valor porque creció la cantidad de paraguayos que se cruzan para comprar», agregó.
Asimismo, Chile es uno de los países en donde mejor cotización se obtiene para comprar dólares utilizando billetes con la carita de Roca.
En Efex Cambios, una de las firmas importantes de la nación vecina, con sucursales a lo largo de toda el territorio trasandino, este viernes se podían adquirir billetes estadounidenses a $9,13 frente a los casi 10 pesos que cotizó en la Argentina.
Paradójicamente, un poco más lejos, en Brasil, se obtenían dólares a «precios de liquidación», incluso, por debajo de los $8,50.
Por ejemplo, una importante agencia, como Casa Alianca, en su pizarra mostraba que pagaba 0,25 reales por cada peso argentino, mientras que el dólar lo vendía a R$2,12.
De la relación surgía una divisa estadounidense que cotizaba a $8,48. Sin dudas, un nivel más que tentador en comparación con el «dólar Messi» del viernes en la city.
Incluso, si al mayor valor que posee el peso en los países vecinos se le suma que, en el mercado local, el dólar que surge de la operatoria de «contado con liquidación» -aquel que se utiliza para adquirir activos financieros en pesos y venderlos en el exterior en dólares-, cotizó el viernes a $9,47, se puede considerar que el precio del blue (a $9,88) estuvo visiblemente «inflado».
Aunque, claro, existen causas que explican por qué este viernes el billete paralelo arañó los 10 pesos. Estas se relacionan, fundamentalmente, con la mayor incertidumbre que tienen los argentinos hoy día.
Y, en especial, por la pérdida cada vez más pronunciada del valor de la moneda local, que hace que paguen lo que sea con tal de conseguir un dólar como refugio para sus ahorros.
Paradoja de estos tiempos, en la que el blue parece no tener techo y hace que se produzcan desfasajes de este tipo con la moneda local.
Fuente > http://www.iprofesional.com