Nació en Corrientes el 14 de febrero de 1898. Arribó a Buenos Aires para estudiar Ingeniería en la Facultad de Ciencias Exactas, donde no tarda en acercarse al círculo de intelectuales y escritores que se reunían en torno a la figura de Macedonio Fernández. Su primera publicación fue una colección de cuentos breves reunidos en el libro La Manga en 1923. En 1931, publicó El hombre que está solo y espera, con el que obtuvo reconocimiento de los círculos intelectuales y el premio Municipal. Luego de este reconocimiento, se dedicó de lleno a la investigación socioeconómica e histórica nacional. Toda su obra estará relacionada con estas investigaciones. Formó parte, junto con otros intelectuales, de la revolución radical yrigoyenista de enero de 1933, dirigida por el Tte. Cnel. Gregorio Pomar, y luego de la derrota Scalabrini es desterrado a Europa. Desde allá, aclara aún más su visión sobre el grado de sometimiento de la Argentina a Gran Bretaña, al descubrir que los diarios en Italia y Alemania se refieren a la Argentina como una colonia del Imperio Británico. Desde Alemania comienza a publicar sus primeros ensayos sobre la cuestión nacional y el imperialismo británico, en el Frankfurter Zeitung, uno de los pocos periódicos democráticos en la Alemania de ese tiempo, y el único que no llegó a estar totalmente controlado por el gobierno nazi. En 1935 regresó a la Argentina, y se aproximó a la Fuerza de Orientación Radical de la Juventud Argentina (FORJA) de Arturo Jauretche, Gabriel del Mazo, Luis Dellepiane, Homero Manzi, Julio Darío Alessandro y otros, aunque mantuvo su independencia (se afiliará recién en 1940, cuando la agrupación se separó del partido Radical). Como parte de su acción dentro del movimiento escribirá y publicará numerosos estudios en los Cuadernos de FORJA. Dio numerosas conferencias sobre temas relacionados con la dependencia Argentina y sobre cómo se mueven los hilos del poder económico del país. Su tema principal serán los ferrocarriles ingleses, los que considera claves para el funcionamiento colonial. Dirá que los rieles del ferrocarril. En 1943, por diferencias con las posturas respecto de la revolución del 4 de junio del GOU (Grupo Oficiales Unidos) renunció a la FORJA que apoyó el levantamiento. Scalabrini Ortiz acompañó el inicio y el ascenso del peronismo en esos tiempos, incluso llegó a presentarle a Perón varios trabajos sobre la nacionalización del ferrocarril aunque nunca aceptó cargos del gobierno y siempre se mantuvo alejado y crítico del partido. En 1924, se vinculó a la revista literaria Martín Fierro dirigida por Evar Méndez. En 1939, durante la II Guerra Mundial, fundó el periódico Resistencia desde el cual apoyó la neutralidad de Argentina durante la conflagración, pero debido a la falta de publicidad, luego de 41 días, debió cerrarlo. Fue colaborador del programa desarrollista de Frente Nacional, y apoyó a Arturo Frondizi quien ganó la presidencia en 1958. La revista Qué llegó a convertirse en órgano oficial del gobierno desarrollista bajo la dirección de Scalabrini Ortiz, sin embargo luego de 3 meses renunció por diferencias con Frondizi a partir de las concesiones petroleras del gobierno a las empresas extranjeras. Se mantuvo alejado de toda actividad pública y falleció el 30 de mayo de 1959.
Raúl Scalabrini Ortiz
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