Un joven fue condenado a prisión perpetua por el homicidio de Gustavo Lanzavecchia, el decorador de Susana Giménez que en 2009 fue asesinado en su casa de la localidad bonaerense de Lomas del Mirador, y se convirtió en el tercer sentenciado a la pena máxima por este caso. Se trata de Juan Oscar Ibáñez Navarro, alias «El lagarto» (23), a quien el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de La Matanza halló responsable de «robo agravado por uso de armas en concurso real con homicidio criminis causa». Este hecho tuvo resonancia porque a poco de ocurrido, la conductora televisiva dijo a la prensa «el que mata tiene que morir» y esas declaraciones causaron enorme polémica. «Dentro de la tristeza de que Gustavo no está más entre nosotros, la familia está contenta y agradecemos a estos jueces, a Casación y al principal Flavio Marino de la DDI La Matanza que lo detuvo (a El lagarto) y aportó muchos datos a este juicio», dijo a Télam Susana Lanzavecchia, hermana de la víctima. Por su parte, el abogado Marcelo Biondi, representante de la familia de la víctima como particular damnificado, opinó que «con la prueba que se produjo, el tribunal oral dictó un fallo justo». «En este caso, el sistema de justicia funcionó satisfactoriamente, así que nosotros damos por cerrada la etapa judicial y el caso después de cuatro años», remarcó el letrado. En su fallo, los jueces Matías Rouco, Alfredo Drocchi y Andrea Chiebeler hicieron lugar al pedido que habían formulado en la etapa de alegatos Biondi y el fiscal Eduardo Castelli, en tanto descartaron la absolución o pena menor reclamada por la defensa. Además del homicidio de Lanzavecchia, a Ibañez Navarro se lo halló responsable de la tentativa de homicidio del policía Alejandro Alvarez Auer (35), quien era conocido del decorador y había llegado de visita justo cuando le estaban robando. Por el hecho, ya cumplen perpetua Roberto Leiva (31) y Freddy Chena Paredes (22), este último condenado en el primer juicio oral a 10 años de cárcel pero a quien en mayo la sala II del Tribunal de Casación Penal bonaerense le aumentó la pena a perpetua. En los alegatos, el fiscal y el particular damnificado habían coincidido en que el robo y posterior crimen de Lanzavecchia fue cometido por Leiva, Paredes e Ibáñez Navarro y citó como principal testigo a una ex compañera de colegio de este último. Poco después del horario en el que mataron al decorador, la mujer vio pasar a Ibáñez Navarro solo, a bordo de un VW Bora negro, el auto que le robaron a Lanzavecchia luego de asesinarlo. La mujer ubicó luego el auto estacionado en la casa de los otros dos condenados por este caso, y finalmente lo vio en un zanjón, el mismo lugar donde la Policía lo halló incendiado. Alvarez Auer, por su parte, reconoció a Paredes y dijo que estaba con otros dos, en tanto una vecina del decorador vio a tres hombres entrar a la casa en la franja horario del hecho. Finalmente, un perito analizó las llamadas entre los tres celulares de los imputados y los ubicó antes y después del hecho en la localidad de Mariano Acosta y al momento del robo y crimen en Lomas del Mirador, donde se abrió una antena ubicada a sólo seis cuadras de la casa de la víctima. El hecho ocurrió el 27 de febrero de 2009, en la casa del decorador, situada en Charcas 3722 de Lomas del Mirador, donde la Policía llegó tras ser alertada sobre la presencia de personas heridas en el lugar. Al arribar, encontraron el portón corredizo eléctrico cerrado desde el interior y escucharon una voz entrecortada de un hombre que les decía que estaba malherido, ya que acababa de ser atacado por tres delincuentes y resultó ser Alvarez Auer. Ante esa situación, los efectivos fueron a la vivienda lindera, saltaron la medianera y lograron socorrer a su compañero, quien había efectuado el llamado, pero se hallaba descompensado.
Condenan a prisión perpetua al acusado de matar al decorador de Susana Gimenénez
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