Fuentes de la investigación y la propia madre de la víctima, Patricia Zapata, contaron a Télam que ese perfil genético ya está en poder de la Justicia, pero que aún la jueza de instrucción 15 a cargo de la causa, Karina Zucconi, no dispuso cotejarlo con ningún sospechoso. Uno de los investigadores del caso explicó a Télam que entre la noche del sábado 26 y la madrugada del domingo 27 de junio de 2010 -día en que fue asesinada-, Marianela recibió en su departamento 7mo. «A» de la calle Tucumán 2080, a varios amigos con los que hicieron «la previa» antes de ir a bailar al boliche «El Bárvaro» de Palermo. En la casa quedó un cenicero donde se colectaron varias colillas de cigarrillos. Todos los perfiles genéticos que había en esas pocas colillas que quedaron en el cenicero fueron cotejados con el ADN de los asistentes a «la previa» y así pudieron determinar que había un cigarrillo que no había sido fumado por ninguno de ellos porque presentaba un ADN masculino desconocido. A cuatro meses del crimen, los investigadores realizaron una nueva inspección ocular del departamento de Marianela -que había sido preservado por orden judicial-, y allí encontraron tirado en el balcón los restos de un porro de marihuana fumado. Según las fuentes, los amigos de la víctima ratificaron ante los investigadores que si bien en el grupo había algunos fumadores de marihuana, durante «la previa», ninguno de ellos había fumado porro en el departamento. El porro también fue enviado al laboratorio genético y allí se concluyó que tenía dos ADN mezclados: uno femenino de la propia Marianela y otro masculino que coincidía con el perfil hallado en el cigarrillo fumado por un hombre que no participó de «la previa». Los investigadores sospechan que ese ADN pertenería a un conocido de la víctima que podría ser el asesino. En la causa, existe otro ADN masculino que los investigadores están convencidos que es el del asesino. El perfil genético del presunto asesino quedó en manchas de sangre de dos dedos estampadas en el jean de Marianela cuando, según se cree, el homicida pudo haberse cortado mientras apuñalaba con saña a la víctima. Fuentes judiciales informaron que la jueza Zucconi y la fiscal Marcela Sánchez ordenaron nuevas pericias de ADN en toda la evidencia que se colectó en la escena del crimen y justamente uno de los análisis que se esperan es ver si el patrón genético masculino de la sangre del pantalón pertenece al mismo hombre que fumó marihuana con Marianela. La causa sigue teniendo como único imputado, aunque con una falta de mérito confirmada por la Cámara del Crimen, a Francisco «Pancho» Amador López (26), el ex novio que fue apuntado por la familia de la víctima por su pasado violento con la chica y que estuvo 14 días preso pero fue liberado por falta de pruebas. Marianela (19) fue asesinada la mañana del domingo 27 de junio de 2010. La autopsia determinó que la joven estudiante de periodismo, oriunda de la ciudad fueguina de Río Grande, fue brutalmente golpeada y apuñalada, sufrió una asfixia incompleta y finalmente fue degollada con tanta saña que quedó prácticamente decapitada.
El ADN en una colilla podría revelar quien asesinó a Marianela Rago
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