“¡Estás puesto! ¡Perdiste!”, gritó uno de los jóvenes mientras bajaba del auto que había clavado los frenos en la puerta de la casa. Carlos Atala (48) alcanzó a refugiarse detrás de su coche –que estaba subido a la vereda– y agarró un arma que tenía a mano. Uno a uno, los ladrones comenzaron a multiplicarse. El hombre, según su propio relato, primero realizó un tiro al aire para que se dieran cuenta de que estaba armado y se fueran. Pero eso no resultó y empezó un tiroteo en el que se cruzaron más de 25 balazos, hasta que un ladrón adolescente de 14 años resultó herido de muerte. “Era él o mi familia”, dijo la víctima del robo. La entradera ocurrió en la noche del jueves en una casa ubicada en la calle Martín Fierro al 5300, en una zona modesta del partido de Moreno, cerca de la autopista del Oeste. Atala –chofer de micros de larga distancia– recibió el roce de una bala en una pierna. El asaltante de 14 años apareció muerto a una cuadra y media del lugar. El hombre contó que todo comenzó mientras él estaba cargando una mesa en su auto para prestársela a un amigo, que se casaba. Eran alrededor de las 20.30. Y en el chalé, también estaban su esposa y sus tres hijos. “Los ladrones venían rápido, frenaron acá en la puerta, se bajó uno por la puerta trasera disparando directamente y gritándome que me quedara quieto. Se bajaron dos más y yo pude meterme adentro. Agarré la pistola calibre 9 milímetros que tenía a mano. Y cuando me doy vuelta ya los tenía encima. Hice un tiro al aire, pero ellos siguieron tirando”, contó. La secuencia prosiguió con el hombre parapetado detrás de una pared baja y los asaltantes, detrás del auto. “Tuve que responder la agresión. Me tiraron con una pistola calibre 45 y dos revólveres. Eran tres tipos armados tirándome. Hasta que en un momento, se subieron al auto y se fueron. El coche era un Corsa que habían robado, lo dejaron abandonado acá a una cuadra y media”, detalló. Los asaltantes, que serían cinco –entre ellos, una mujer– dejaron el Corsa y siguieron a pie. Pero uno de ellos, de 14 años, había sido herido del tiroteo y cayó muerto. “¿Por qué tengo un arma en mi casa? Ya me habían robado tres autos. Pero no la compré específicamente por los robos, sino por la integridad de mi familia. Yo no compré un arma para matar a nadie, pero en este caso eran mi familia o ellos. Defendí a mi familia con uñas y dientes y es lo que haría cualquier padre. Tengo un nene de 7 años y dos chicas, de 14 y 17”. Todos estaban en la casa al momento del tiroteo. El chofer, antes de correr hacia el interior de su chalé para tomar el arma, recibió el roce de un tiro en una pierna. “Y cuando me meto, ellos ya estaban encima, casi adentro de la casa. En ese momento, en lo único que pensé fue en mi familia. Eso no se práctica ni nada por el estilo. Te nace. Estaba en juego la vida de mis hijos y de mi esposa”. Según fuentes policiales, antes de atacar a Carlos los ladrones le habían robado un par de zapatillas y una campera a un chico en la esquina de la casa. Y el Chevrolet había sido robado durante la mañana del jueves, en General Rodríguez. “Los chicos estos venían de gira, venían haciendo desastres. Habían asaltado a un pibe acá en la esquina, habían robado el auto a la mañana, quisieron robar en una mueblería y después me la quisieron dar a mi. Me dolió hacer lo que hice, pero era él o mi familia. Bajarse de un auto a los tiros no es manera de entrar a robar. No me dieron ninguna opción”, agregó. “Si hubiera estado yo solo la decisión hubiera sido otra, los dejo entrar y que se lleven todo. Pero estando mis hijos, no ”. La Policía ya tendría identificados a dos sospechosos. De todas maneras, anoche no había detenidos. La fiscal, en tanto, consideró que Carlos actuó en legítima defensa y no lo detuvo. “Fueran mayores o menores, todos ellos me estaban disparando.
Mató a un ladrón de 14 años: “me dolió hacerlo, pero era él o mi familia”
Que opinas? Deja tu comentario