Mientras duermen, muchas personas roncan, tienen interrupciones de la respiración seguidas de ruidos intensos –llamadas apneas ó hipopneas del sueño–, producen sonidos de ahogos o manifiestan combinaciones de los anteriores síntomas. Les sucede sobre todo a los varones y muchos, además, tienen sueño durante el día y se duermen apenas en se sientan en un sillón o estando en cualquier otro lugar, como las salas de espera o los transportes. No están exentos de esto los choferes, con el alto riesgo que esto implica para los pasajeros y la comunidad.
Estas personas padecen el Síndrome de Apneas/Hipopneas del Sueño (SAHOS). El mismo es consecuencia de un colapso parcial o total de la vía aérea, que dificulta la llegada de aire a los pulmones. Esto lleva a una reducción de la concentración de oxígeno en la sangre y el cerebro, que activa los llamados microdespertares. Sin que el afectado tenga conciencia de ellos, generan un mal dormir y repercuten en el cansancio extremo durante el día, que induce a estos individuos a dormirse en cualquier lugar, aun cuando conducen vehículos.
Entre los factores de riesgo asociados a padecer esta condición están: la obesidad, el sexo masculino, la menopausia, el uso de sedantes, el tabaquismo, el consumo de alcohol y las alteraciones de huesos cráneo-faciales que dificultan el ingreso del aire por la nariz. Aquellas personas que tiene una circunferencia del cuello mayor a 40 centímetros o un agrandamiento de la lengua –llamado macroglosia– también tienen posibilidad de padecer SAHOS.
Durante el día, quienes sufren este cuadro suelen estar irritables y tener dolor de cabeza por la mañana, síntomas de cansancio crónico, sensación de sueño no reparador, somnolencia intensa y signos de depresión. Durante la noche, pueden orinar con mayor frecuencia, despertarse numerosas veces o presentar insomnio. Además, la sucesión diaria de estos eventos los predispone a padecer hipertensión arterial, infarto de miocardio y accidente cerebrovascular.
Para realizar el diagnóstico, el médico establece la sospecha y solicita una polisomnografía. En este estudio, el paciente pernocta conectado a algunos equipos de control, lo que permite establecer el grado de SAHOS y, con él, el consecuente y adecuado tratamiento. Este puede ir desde la diminución del uso de sedantes hasta la utilización mecanismos de presión positiva por máscara nasal ó naso/bucal, denominados CPAP, que permiten el ingreso de aire en forma adecuada, evitando la pérdida de oxígeno (hipoxia) en los tejidos nobles, como el corazón y el cerebro.
La conmemoración del Día Mundial del Sueño es una nueva oportunidad para detectar estos problemas y tratarlos. Si usted o quien convive con usted ronca, se ahoga, deja de respirar mientras duerme o tiene mucho cansancio durante el día, anímese o anímelo a consultar con su médico de cabecera. Es un gran paso en el camino a una mejor calidad de vida.