Jorge Mangeri justificó la autoacusación. El magistrado, Javier Ríos, ordenó una serie de pericias que incluirían otra inspección en el edificio donde vivía Ángeles Rawson
El portero Jorge Mangeri, único acusado por el crimen de la adolescente Ángeles Rawson, se negó este mediodía a responder a la indagatoria del juez Javier Ríos y lo único que denunció es que fue víctima de un «apriete» policial para que se autoincrimine.
Así lo informaron esta tarde los abogados Miguel Angel Pierri y Marcelo Biondi, que anticiparon además que el magistrado tiene previsto realizar posiblemente esta tarde una inspección en el edificio del barrio porteño de Palermo donde vivía la víctima y donde trabajaba el acusado.
Mangeri fue notificado este mediodía de toda la nueva prueba incorporada desde que fue detenido, en lo que se insinúa como la antesala de su procesamiento por «homicidio» y el dictado de la prisión preventiva.
Ataviado con un pantalón azul, un buzo y zapatillas blancas, el encargado del edificio de Ravignani fue conducido esposado hasta la alcaidía del Palacio de Tribunales; el trámite de la indagatoria culminó a las 13.15.
Antes fue sometido a una revisión médica en los calabozos del subsuelo y trasladado al quinto piso, donde tiene su despacho el juez.
De la audiencia participaron además del juez y la fiscal María Paula Asaro, el abogado Miguel Angel Pierri, en tanto que el representante de la querella, Pablo Lanusse, no tomó parte de la instancia judicial.
Fuentes judiciales deslizaron que el foco de la defensa está puesto en las cuestiones formales de la «cadena de custodia» de las muestras de ADN: si ese elemento fuera declarado inválido, el cuadro probatorio contra el portero se vería sensiblemente disminuido.