España aseguró este viernes que no pedirá disculpas a Bolivia tras la crisis diplomática con varios países europeos que impidieron el sobrevuelo del avión presidencial de Evo Morales ante la sospecha de que el ex técnico de la CIA Edward Snowden iba a bordo.
«España no tiene que pedir disculpas», afirmó el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García Margallo, quien remarcó que su país fue «el único que permitió la escala» del vuelo de Morales.
Entrevistado por el canal público TVE, el ministro explicó que en un primer momento habían llegado al gobierno español rumores sobre la presencia de Snowden en el avión del presidente boliviano. «Nos dijeron que estaba dentro», dijo, sin revelar quién.
«La reacción de todos los países de Europa que tomaron medidas acertadas o desacertadas fue en función de la información que se les había transmitido», señaló.
«Pero la palabra del propio Morales, que desmintió su presencia, bastó para no adoptar ninguna medida», precisó.
García Margallo también replicó al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien amenazó con prohibir el eventual paso del avión del premier español Mariano Rajoy, «para verificar si a bordo hay droga o dinero sustraído al pueblo español». «Maduro -dijo- habló sin tener ningún conocimiento de los hechos reales».
El gobierno de España quedó en el centro del grave conflicto diplomático después de que Morales denunció que el embajador español en Viena quiso subir a su avión a «tomar un café» pero con la intención de registrarlo, algo que García Margallo negó rotundamente.
Por su parte, el exconsultor informático de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense continuaba este viernes bloqueado en la zona de tránsito del aeropuerto de Moscú a la espera de que algún país le otorgue el asilo político.
La situación de Snowden, reclamado por Estados Unidos por espionaje, sigue sin cambios, seis días después de haber enviado peticiones de asilo a 21 países y cerca de dos semanas desde su llegada a Rusia.
Francia e Italia dijeron el jueves que no lo recibirían, al igual que Alemania, Brasil, Noruega, India, Polonia, Islandia, Austria, Finlandia, Holanda y España. Por su lado, la diplomacia rusa indicó el viernes que no quería hacer más comentarios sobre este caso cada vez más embarazoso.