Los pesquisas confirmaron a Télam que esa hipótesis surgió a raíz de un mail anónimo llegado a un juzgado porteño que posibilitó la detención de Alfredo Daniel Buassi, el cual decía que el portero había regresado al edificio de Bacacay 3862 porque planeaba «matar» a otro vecino «para robarle la herencia que va a cobrar». El portero Buassi estaba prófugo desde mayo último, cuando la sala IV de la Cámara de Casación Penal de esta Capital Federal le atribuyó el «homicidio simple» de Máxima Ramona Escobar Martínez (19), de nacionalidad paraguaya, cuyo cadáver nunca apareció y se sospecha que fue arrojado por el asesino a la basura. Si bien en el 2009 Buassi había sido absuelto en un juicio oral a cargo del Tribunal en lo criminal 30 porteño porque a criterio de los jueces no había sido probada la muerte de la joven, la sala IV de Casación revocó esa absolución y lo condenó a 13 años de cárcel y ordenó su captura. Cuando los policías lo fueron a buscar a su departamento, ya no lo encontraron. Fuentes de la investigación explicaron que, días atrás, la sala IV de Casación recibió un mail anónimo que decía que Buassi había regresado al edificio, que estaba en la casa de su madre en el décimo «F», y que planeaba asaltar y matar a otro vecino para quedarse con su herencia. «El portero Buassi está dentro del edificio, en la casa de su madre. Se está preparando para matar al del (…) `A´ (se reserva el piso para proteger la identidad de la supuesta víctima) con otros dos vecinos para robarle la herencia que va a cobrar. Lo vienen filmando y revisando la correspondencia», decía el mail. El mail también daba los nombres de esos otros dos vecinos que presuntamente planeaban con Buassi concretar el supuesto ilícito. Inmediatamente, los camaristas dieron intervención al juzgado de instrucción 26, a cargo de Luis Zelaya, para que investigue si era cierta la denuncia. El juez llamó de urgencia a la supuesta nueva víctima, quien reconoció que estaba por recibir una herencia de un millón de pesos que tenía que repartir con otros familiares por la venta de un departamento, y dijo que le llamó la atención que toda su correspondencia la recibía abierta. «También dijo que desde hacía un tiempo escuchaba martillazos y la utilización de un taladro en la zona donde estaba el calefón de su casa y que eso no le parecía normal», contó un investigador a Télam. Por eso, el juez Zelaya ordenó la realización de nueve allanamientos concretados esta madrugada, en los cuales se logró la detención del prófugo Buassi, quien fue hallado escondido debajo de una cama en el departamento de su madre, en el décimo «F» del edificio de Bacacay 3862. Los efectivos de la División Homicidios de la Policía Federal también buscaron a los otros dos vecinos que supuestamente planeaban concretar el robo junto a Buassi, pero no los hallaron en sus departamentos y son intensamente buscados. Buassi fue llevado esta mañana a la sede de la División Homicidios, en Chacabuco al 400, donde se le tomaron sus huellas y datos, tras lo cual será trasladado a los tribunales porteños. El crimen de Escobar Martínez comenzó a investigarse el 24 de noviembre de 2007, cuando en la comisaría 43ra. recibieron el llamado de la madre de Buassi que aseguró que su hijo había matado a una chica. La mujer precisó que, luego de matar a la joven, su hijo la descuartizó en la terraza del edificio de la calle Bacacay 3862 y colocó en cajas y bolsas las partes desmembradas del cadáver. Buassi fue detenido y juzgado en el 2009 por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 30 porteño, que lo absolvió por mayoría, porque los jueces entendieron que no estaba probada la muerte de Máxima, cuyo cadáver jamás fue encontrado. En mayo último, a raíz de una apelación presentada por el fiscal de la causa, Martín Niklison, la Cámara de Casación revocó la absolución y ordenó la detención de Buassi por el delito de «homicidio».
Investigan si el portero detenido por un asesinato en 2007, planeaba matar a otro vecino por su herencia
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