La presentación, que se realiza hoy a las 19 en la Sala Ortiz de la Biblioteca Nacional -Agüero 2502, CABA- estará a cargo del interventor del Inadi, Pedro Mouratian; Horacio González, director de la Biblioteca Nacional; Alberto Sileoni, ministro de Educación de la Nación y Eduardo Rinesi, rector de la UNGS. «Esta publicación implica la posibilidad de ampliar el campo de intereses del Inadi, para tender puentes con el saber intelectual comprometido. Es un diálogo valioso entre el mundo académico y actores sociales con otras trayectorias y miradas, en la búsqueda de la creación de un horizonte de discusión crítica sobre la discriminación, la xenofobia y el racismo en clave de derechos humanos», dijo Pedro Mouratian, titular del Instituto. Ranceri, por su parte, afirmó que «esta es una obra sobre la igualdad, no como meta ni como utopía deseable, sino sobre la igualdad como condición primera de los hombres y como punto de partida necesario de cualquier reflexión sobre su vida en sociedad. Se trata pues de un alegato en contra de la naturalización (filosófica o sociológica) de la mentira». La coedición del libro es resultado de un convenio firmado entre la UNGS y el INADI para la publicación conjunta de materiales seleccionados para aportar como disparadores al debate colectivo sobre temas que atraviesan el trabajo diario de ambas instituciones. «El filósofo ya no es más el rey, sino quien, cargado de herramientas específicas, tiene una mirada lúcida sobre la ceguera social, sobre los modos en que el poder construye un pueblo ajeno a las discusiones críticas», enuncia la reseña del libro de carácter inédito hasta ahora en castellano. En «El filósofo y sus pobres», Rancière retoma la pregunta fundante de la filosofía: ¿Quién puede filosofar? Y su respuesta es una larga reflexión en la que, leyendo a Platón, Marx, Sartre y Bourdieu, entre otros, desemboca en una radical meditación sobre las posibilidades emancipatorias de los sujetos y las formas en que el pueblo toma la palabra filosófica.
Libro de Inadi sobre filosofía y pobreza
Que opinas? Deja tu comentario