Millonario rescate del Banco Nación al empresario Lázaro Báez

Al mismo tiempo que el empresario Lázaro Báez concentra denuncias por presuntos sobreprecios en la obra pública y lavado de activos, el Banco Nación otorgó un rescate financiero a sus empresas Austral Construcciones; Kank y Costilla, y Sucesión de Adelmo Biancaliani.

La decisión fue tomada por el directorio del banco al modificar la semana pasada las condiciones del fideicomiso financiero que Báez estructuró hace dos años en Nación Fideicomisos por $ 350 millones y pese a las objeciones que, según dijeron diversas fuentes, planteó la línea técnica de la entidad.

Es el mismo fideicomiso que ante la Justicia se jactó de haber estructurado otro protagonista de las investigaciones penales por presunto lavado: Leonardo Fariña.

El directorio del Banco Nación tomó dos decisiones. La primera fue extender por un año el vencimiento de los títulos del fideicomiso, que vencían el 30 del mes pasado. Si no, reconocieron altas fuentes bancarias, Báez hubiera tenido que devolver los $ 231 millones que mantenía financiados. El salvavidas financiero acumula, sin embargo, condimentos cuestionables. El contrato original incluía la condición de que las empresas de Báez no estuvieran bajo una investigación penal.

La segunda decisión favorable a Báez que tomó el directorio del Banco Nación fue más técnica. Amplió hasta $ 300 millones el monto que puede emitir de títulos denominados «Clase A», que son contra garantía de certificados de obra, mientras que los $ 50 millones restantes, o los denominados «Clase B», deben ser emitidos contra otras garantías.

Los cambios son más profundos de lo que parecen. Originalmente, según consta en el contrato del fideicomiso al que accedió este diario, no se podían emitir más de 100 millones de valores de deuda «Clase A», y los restantes 250 millones debían ser «clase B».

Así, aunque no se modifica el monto total previsto en el fideicomiso original, de $ 350 millones, le liberaría a Báez ahora unos 69 millones de pesos adicionales, ya que le permitiría al empresario utilizar certificados de obras para completar el financiamiento previsto.

Las dudas legales

Consultados al respecto, en el Banco Nación admitieron los cambios en el contrato del fideicomiso financiero, pero no dieron mayores detalles. Es el fideicomiso que Fariña afirmó que armó para Lázaro Báez en junio de 2011 y que, según confiaron fuentes cercanas al empresario kirchnerista, representa el «engranaje clave para que la rueda [financiera] siga girando, y evitarle problemas graves a la compañía que, de otro modo, podría terminar dejando en el Sur entre 4000 y 5000 personas en la calle».

Especialistas en materia de fideicomisos señalan que es habitual extender plazos de este tipo de instrumentos cuando un deudor puede afrontar dificultades financieras. «Nadie quiere que le dejen de pagar ni mata al cliente. Se hace lo que sea para que termine pagando», explican.

Sin embargo, en este caso, el salvavidas financiero que el Nación le dio a Báez tiene algunos condimentos adicionales que lo hacen cuestionable. Las dos personas que firman como apoderados de las empresas en el fideicomiso, según consta en los documentos, son Martín Antonio Báez, el hijo de Lázaro, y Claudio Bustos, que tiene un historial financiero reciente manchado por la emisión de tres cheques rechazados por falta de fondos por un total de 760.000 pesos, de acuerdo con los últimos datos oficiales disponibles que publicó el Banco Central.

Pero además, en el contrato del fideicomiso original, firmado en junio de 2011, existe una cláusula que expresamente establece que el fiduciario (o sea Nación Fideicomisos) «suspenderá inmediatamente la emisión de valores representativos de deuda» (tal el nombre que se les da en la jerga financiera a los títulos) en caso de que se produzca «el dictado de cualquier resolución, de carácter judicial o extrajudicial; relacionada con la validez, vigencia, alcance y ejecutabilidad del contrato o los bienes fideicomitidos». En tal sentido, señalaron fuentes relacionadas con la operación, podrían quedar incluidas las investigaciones que en este momento se están llevando a cabo en la Justicia y que involucran al empresario y dueño de Austral Construcciones.

Más aún, en el contrato del fideicomiso original, en el artículo 4º, se establece explícitamente que el fiduciante (en este caso, las empresas de Báez) «no tiene conocimiento fehaciente de ser objeto de ningún procedimiento o investigación por parte de autoridad gubernamental alguna, de acciones administrativas o judiciales promovidas por terceros, de la existencia de ninguna clase de procedimiento o investigación por parte de autoridad gubernamental alguna, ni de acciones administrativas o judiciales promovidas por terceros».

Es difícil pensar que el Banco Nación o el propio Báez no estaban al tanto de que el empresario se encuentra imputado en la investigación por presuntos sobreprecios en la obra pública y el supuesto lavado de activos que instruye el juez federal Sebastián Casanello, y en la que también quedaron bajo la lupa sus empresas. En ese expediente, al menos, el ex socio del presidente Néstor Kirchner ya designó a sus abogados defensores.

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1600378-millonario-rescate-del-banco-nacion-a-lazaro-baez