«Un talento excepcional» y «una persona aún más excepcional».
Así describían los productores de Glee, junto con la 20th Century Fox Television y Fox Broadcasting Company a Cory Monteith, uno de los cinco actores principales de Glee tras su inesperada muerte ocurrida en Vancouver el fin de semana pasado.
«Era un verdadero gusto trabajar con él y todos vamos a extrañarlo tremendamente. Nuestros pensamientos y oraciones están con su familia y seres queridos», continuaba el comunicado.
Sin embargo, más allá de la inesperada pérdida, la muerte de Monteith ha implicado un tremendo desafío creativo, y contra el tiempo: ¿qué pasará con la quinta temporada de Glee, en la cual el desaparecido actor era uno de los cinco personajes más importantes?
Según un reporte de Fox News, del mismo conglomerado al que pertenece la serie, los ejecutivos dicen que es «demasiado pronto» para establecer cómo la muerte de Monteith repercutirá en el programa.
El primer episodio de la quinta temporada de Glee estaba programado para el 11 de septiembre. Sin embargo, tras el inesperado fallecimiento, los productores han estado realizando reuniones de emergencia para discutir qué pasará con la historia sin el hombre detrás de Finn Hudson.
Y varios medios estadounidenses han especulado con la posibilidad de atrasar la temporada hasta noviembre.
«Los guionistas deben estar mandándose correos y conversando por teléfono tal como nosotras», le señala Lisa Holdsworth, guionista de televisión, a BBC Mundo.
El experto en cultura pop y entretenimiento de Hollywood, Scott Huver, señaló en la columna Tarts Pop de FOX411 que el personaje de Monteith será difícil de reemplazar.
Especialmente tras la importancia que le otorgaron los creativos en la cuarta temporada, que dejaba entrever que sería posicionado al largo plazo para asumir, finalmente, el puesto de entrenador del club Glee, tras la potencial salida del Señor Shue (Matthew Morrison) de la serie.
«(Monteith) deja un agujero importante en el corazón del show que será un reto para los escritores y productores», dice Huver.
«La muerte de Finn podría convertirse en una historia demasiado triste, pero pasar por alto su ausencia no parece realista. Lo que sea que decidan, los escritores tendrán que proceder con mucha delicadeza para no caer en un resultado que abrume el tono ligero y divertido de la serie».
«Ningún personaje es más grande que el show»
Lisa Holdsworth coincide en que el tema es delicado. La escritora era parte del equipo de Emmerdale, una serie del canal británico ITV cuando uno de sus actores, Stan Richards, quien encarnaba a Seth Armstong, se enfermó gravemente.
«Es difícil, porque tienes que cuidar por un lado a la familia del actor, no causarle más pena y, por otro, al público, que inevitablemente identificará lo que le pase al personaje con el actor. Especialmente con un público tan joven como el de Glee», le dice Holdsworth a BBC Mundo.
En el caso de Emmerdale, el tema era aún más complicado, porque era impresentable matar al personaje antes de la inminente muerte del actor.
«Lo más difícil (como guionista) es dejar de lado tus sentimientos personales y escribir. Esa separación entre lo que pasa en el mundo real y tus personajes», le cuenta la escritora a BBC Mundo.
El equipo de la serie decidió enviar a Seth de vacaciones a Australia, desde donde nunca regresó. Años después y esperando un periodo prudente luego de la muerte de Richards, el personaje murió de un ataque al corazón en el viaje de vuelta a Reino Unido.
«Le hicimos un funeral muy emocionante. Fue como un capítulo tributo sin técnicamente serlo», relata Holdsworth.
Y eso es lo que le recomendaría a los ejecutivos de Glee. «Tener un primer capítulo de la nueva temporada muy especial, como tributo a Cory, pero no volver su muerte la trama».
Y aunque el desafío de reescribir probablemente una temporada completa es grande, un guionista debe ser adaptable, pensar rápido y reaccionar ante las circunstancias.
«Ningún personaje es más grande que el show», le dice Holdsworth a BBC Mundo. «No es el fin del mundo», sentencia.
James Dean, Brandon Lee y Heath Ledger
Pero la sorpresiva muerte de Monteith no es la primera –ni será la última- que deja a una producción de la industria hollywoodense desconcertada.
Uno de los mejores manejos de la pérdida de un actor ocurrió en la conocida serie ochentera Cheers. Nicholas Colasanto, quien encarnaba al veterano Coach murió de un ataque al corazón en 1985. El show reconoció la muerte de su popular personaje e incluso trasladó un retrato de éste que Colasanto tenía en su camerino a un lugar permanente en medio del set del bar.
«Los escritores inventaron un nuevo personaje, inverso a Coach, Woody Boyd (Woody Harrelson). En vez de un aturdido camarero mayor, él fue un encantador inocente y simple joven recién llegado a la gran ciudad. Woody sintonizó con la audiencia y se convirtió en un popular y vital miembro del show», cuenta Huver en la columna.
Monteith no sólo estaba preparándose para el estreno de una nueva temporada de Glee. También había filmado McCanick, una película donde encarnó a un drogadicto la cual se encuentra en etapa de postproducción.
Uno de los primeros –y más famosos- casos donde una estrella muere antes de terminar un film fue el de «Gigante», la película protagonizada por James Dean, Elizabeth Taylor y Rock Hudson.
El 30 de septiembre de 1955, en plena etapa de filmación, James Dean estrelló su Porsche a unos 137 kilómetros por hora con resultado mortal.
La película fue estrenada un año después y aunque Dean había alcanzado a grabar la mayoría de sus escenas, algunos de los diálogos debieron ser interpretados por otro actor.
Otro de los casos famosos, esta vez por su crudeza y las leyendas que han surgido a partir de la tragedia, fue la muerte de Brandon Lee.
El hijo de Bruce y protagonista de «El cuervo», murió en el set, al recibir un disparo contemplado en la película, pero con una bala que no era de salva, sino real.
El accidente ocurrió días antes de terminar la filmación, en marzo de 1993, por lo que la mayoría de las tomas ya se habían realizado. Los detalles que quedaban –principalmente escenas de retrospectiva- fueron completados con un doble y con efectos digitales.
Otro de los casos famosos, el más reciente, fue la muerte del actor Heath Ledger, quien encarnaba al Guasón en «Batman. El caballero de la noche». El actor, también conocido por su participación en «Secreto en la montaña» y «10 cosas que odio de ti», fue encontrado muerto en su departamento por una sobredosis de calmantes.
Si bien la película ya estaba en fase de postproducción, los productores debieron revaluar su campaña de marketing.
Finalmente la película fue un éxito y Ledger recibió un Oscar póstumo como actor de reparto.