El ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman, denunció ante la Procuración General de la Nación la posible comisión de un delito, aportando a tal efecto el sobre que contiene una decena de páginas en las que se encuentran impresos los nombres de funcionarios, miembros del Poder Legislativo, periodistas y diplomáticos argentinos, acompañados de sus supuestos correos electrónicos y sus claves de seguridad, y que le fuera entregado el pasado viernes en la Cumbre del Mercosur por un alto funcionario de un país participante del encuentro regional. El escrito señala que “el día 12 de julio, entre las 16 y 17 horas aproximadamente, un funcionario de alto rango de uno de los países participantes de este encuentro regional, y a quien conozco por las función que me toca ejercer dentro del Poder Ejecutivo Nacional, se acercó y me entregó un sobre tamaño oficio solicitándome que revise su contenido”. “El sobre que me fue entregado –prosigue- contenía una decena de páginas en las que se encontraban impresos los nombres de funcionarios, miembros del Poder Legislativo, periodistas y diplomáticos argentinos, acompañados de sus supuestos correos electrónicos y sus correspondientes claves de seguridad. Entre ellas, cabe señalar, aparecen listadas personas que no ocupan, en la actualidad, el cargo con el cual aparecen sindicadas en esa documentación”. Luego añade que, “dada la relevancia del tema, este funcionario solicitó que mantuviéramos una reunión en una sala privada, fuera del recinto de sesiones. Una vez en el lugar, me fue presentado otro funcionario que, según se indicó, era miembro de los servicios de seguridad de su país. Asimismo se hallaba presente un miembro del gabinete nacional de un tercer país, quien recibió, al igual que yo, un sobre conteniendo similar información”. En la denuncia, explica que “ambos funcionarios pusieron en mi conocimiento que sus servicios de inteligencia se encontraban desde hacía un tiempo investigando una operación de espionaje que operaba sobre su gobierno”. “En el contexto de esa investigación lograron acceder a información que formaba parte de la operación y que involucraba datos de personajes públicos de distintos países latinoamericanos. Por esta razón, y si bien las tareas investigativas no habían finalizado aún, manifestaron que su criterio era que la sensibilidad del asunto exigía que se hiciera entrega a las autoridades argentinas de toda aquella información que involucraba a nuestro país”, asegura. Además, el canciller subraya que, “en tales circunstancias, procedí a informar lo relatado precedentemente a la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, que se encontraba presidiendo la delegación argentina en la Cumbre. Bajo sus instrucciones procedí a dar a conocer lo sucedido a la prensa, a la vez que ordené que se extrajeran copias del listado que me había sido entregado, evitando que aparezca la información confidencial sobre las personas que figuraban en el listado, que fueron entregadas a los medios de comunicación presentes”. Esta mañana, en declaraciones a Radio Nacional, Timerman dijo que «no puedo dejar de entregar eso a la Justicia; sería un espanto que la Argentina desechara por sí misma la información que recibió de un servicio de inteligencia de otro país». Remarcó que esta red de espionaje «no fue algo que le ocurrió sólo a nuestro país, sino que se trató de una operación en la que estuvieron involucrados o fueron atacados varios países de la región», y sostuvo que, de hecho, en el marco de la cumbre del viernes, «varios ministros de Relaciones Exteriores recibieron información». «La información implica control; tener información sobre algo o alguien implica tener un grado de control», sostuvo.
Timerman presentó en la Justicia documentos sobre espionaje internacional
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