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Por Carolina Palma
No existe «el perfecto» pero soñemos un rato para escapar de la realidad. Conversamos con Michelle Thomas, psicóloga especialista en sexualidad, quien brindó sus conclusiones.
«Los tiempos han cambiado. Hace algunas décadas las exigencias en las parejas eran diferentes, le exigíamos otras cosas a nuestros hombres. Además el significado de lo masculino ha cambiado. Antes al decir ’hombre’ aparecían en nuestra cabeza conceptos como proveedor, padre, heterosexual…, y hoy nada de eso caracteriza a un hombre. Por otra parte, las parejas se han convertido en el lugar en el que ponemos muchas expectativas: debe ser un refugio, un lugar de calma, tranquilidad, paz, amor, pero al mismo tiempo un espacio de adrenalina, sexo, emoción. Un espacio íntimo, solo de los dos, pero lo suficientemente libre como para que cada uno puedo desarrollar sus biografías individuales», describe Michelle.
Y, como debes adivinar, ellos han debido adaptarse a una nueva mujer, que ha salido del hogar, que es un par en el trabajo, que no está dispuesta a llegar a trabajar sola a la casa y que, además, quiere disfrutar sexualmente y sentirse protegida, amada, comprendida. Entonces, con este panorama, ¿cómo es el hombre que necesitamos?
1. Con sentido del humor. «Que nos haga reír es fundamental para sobrellevar la vida estresada y las condiciones cotidianas que nos rodean. Si él es capaz de hacerme reír, tenemos altas posibilidades de éxito. El humor en una pareja es fundamental y será siempre un buen predictor de la relación. Los hombres que son capaces de tomarse las cosas con humor generan relaciones amorosas fluídas y nos permiten ser más espontáneas y naturales. Además, reír genera hormonas de felicidad, así que mejor».
2. Cariñoso. «Los seres humanos estamos siempre necesitando el amor y las demostraciones de afecto para poder estar bien. El contacto con la piel de los otros genera desde muy pequeños estados de bienestar y regulación emocional, por lo que la demostración afectiva es esencial en una relación sana. Por otra parte, las mujeres somos más kinestésicas, así es que nos facilita mucho la relación vincular, mantiene un buen clima emocional y nos permite poder entrar más rápidamente a la relación sexual. La previa y las caricias son fundamentales. Así que si un hombre es cariñoso podrá llegar más rápidamente a nuestra cama».
3. Inteligente. «El poder mantener una conversación con la pareja es una de las cosas que más motiva a las mujeres. Si esto lo combinamos con la buena voz podremos entenderlo mejor. En general, el hombre es visual y las mujeres más auditivas. Se puede llegar a conquistar a una mujer por la conversación, la capacidad de poner temas interesantes, el tono de la voz, la seguridad y la inteligencia. Un hombre inteligente dará siempre una sensación de seguridad y protección, cosas que nosotras buscamos».
4. Leal. «Nuestras abuelas y algunas madres se conformaban con que el hombre fuera proveedor; nosotras exigimos más, por ejemplo, lealtad. Hoy, que ya estamos parados en la misma vereda, trabajamos a la par, criamos a la par, ganamos casi a la par, exigimos compromiso, motivación y lealtad en las relaciones. Damos lo que vamos a recibir, y las mujeres esperan poder confiar en su pareja. Tal vez tenga que ver con que estamos más solas (antes vivíamos más en tribus o grupos familiares y contábamos con más personas). En cambio ahora, a veces, somos sólo dos, y debemos poder contar con ese otro».
5. Caballero. «A pesar de que estamos en constante exigencia de igualdad existen bastiones de poder que no estamos dispuestas a soltar: la exigencia de la caballerosidad es uno de esos. A mi entender es una confirmación de que realmente no somos iguales (y eso está bien). Hay que admitir que tenemos diferentes habilidades, destrezas, fuerzas, capacidades, y que está bien. Mantener el buen gusto por los detalles, el ayudar a tu mujer a levantar cosas pesadas o abrirle la puerta es un signo de cuidado y amor por tu pareja, no de debilidad».
6. Buen físico. «Tiene que ver con que venimos programados para buscar (desde lo más inconsciente) a aquel macho que pueda llevarnos a procrear seres humanos fuertes, sanos y capaces de sobrevivir. Cuando un hombre está en forma nos da la sensación de seguridad, de protección y de que la especie estará bien conservada. Esto también se ve en la dentadura, el ancho de los hombros, las manos, la quijada».
7. Voz interesante. «Ya lo dije. Las mujeres somos kinestésicas y auditivas, lo que para los hombres entra por la vista, a las mujeres es por el oído y a través del tacto. Nos es importante escuchar lo que necesitamos oír, el tono de voz grave es seguro y masculino, y nos hace sentir atraídas. Sin duda, una buena voz puede generar excitación y seguridad».
