Los gases lacrimógenos son compuestos hidrocarbonados y por lo tanto solubles en grasas que, por sus efectos, son utilizados por la fuerza policial para dispersar manifestaciones (acto conocido como “la repre”). Son armas químicas potencialmente peligrosas, fueron usados originalmente en la Primera Guerra Mundial y desde fines de la década del 60 son disparados en contra de la población civil, curiosamente ya no pueden usarse en guerras según lo estipulado en los Convenios de Ginebra.
¿Qué medidas debes tomar para evitar o disminuir sus efectos durante una marcha o protesta?
En cuanto a la vestimenta, no es conveniente que uses géneros como la franela o similares, ya que la transpiración potencia el efecto del gas. Del mismo modo, no es apropiado que vistas prendas de ropa pequeñas, que dejen la piel en exposición. En el caso tener el cabello largo, recógelo bajo un gorro o algún género, ya que el gas impregna el cabello, prolongando su efecto. Si usas lentes de contacto y puede evitar llevarlos, mejor déjalos en casa.
Si tu kit para marchar no incluye máscara anti-gas, es recomendable un pañuelo impregnado con vinagre, para cubrirte la nariz y la boca. Para protección adicional, puedes llevar un tapabocas de cirujano o una máscara de pintor y colocar por fuera el pañuelo con vinagre. Si no consigues vinagre, puedes mojar el pañuelo en agua o impregnarlo en jugo de limón. El trapo húmedo es capaz de filtrar los gases en forma más efectiva. En todo caso, el pañuelo o paño, no debe ser muy grande, ni muy grueso, ya que ello dificultará tu respiración.
Se puede utilizar amoníaco, impregnado en un algodón. Se aspira fuertemente y ayuda a despejar las vías respiratorias. Su uso debe ser espaciado en el tiempo y limitado en sus dosis (una o dos aplicaciones). Las personas asmáticas, o con otras enfermedades respiratorias, es preferible que se abstengan de su uso. Como el amoníaco se evapora rápidamente, es necesario contar con una o más personas que porten un recipiente con dicho elemento.
También es de cierta utilidad chupar limón. Puedes aplicarte sal bajo los ojos, ya que absorbe la secreción del lagrimal que genera el gas lacrimógeno. Los lentes de nadador o antiparras constituyen una buena protección para los ojos.
Aunque las autoridades no han querido reconocer esto, los efectos de los gases lacrimógenos pueden ser perjudiciales para el feto, así que si estás embarazada o lo sospechas, siempre es un aporte apoyar la causa desde la casa, mediante redes sociales.
Los gases lacrimógenos pueden inducir episodios de asma, así que, si eres asmático, lleva el inhalador y aléjate de la manifestación al primer indicio de gases lacrimógenos. Debes tener cuidados similares si sufres de alguna enfermedad cardíaca.
Aunque se asume lo contrario, debe evitarse fumar durante la movilización, ya que disminuye las capacidades respiratorias, que se encuentran afectadas por el gas.
¿Qué hacer ante un ataque con gas lacrimógeno?
En general, es posible determinar cuando el ataque es inminente, en ese momento y sobre todo en la vía pública, hay que tratar de determinar la existencia de brisas o viento, y su dirección. Ello ayuda a esquivar el gas con más éxito.
La primera reacción ante el disparo de bombas lacrimógenas debe ser mantener la calma. Dadas las características del proyectil, su tamaño y diseño implican una mayorresistencia al aire, por lo que existe un lapso de tiempo en el cual uno puede advertir la dirección y posible lugar de caída de la bomba. Por cierto, esto depende del tipo de bomba, de la distancia del policía respecto de los manifestantes y del ángulo de tiro con el cual fue disparado el proyectil (en línea recta o en una parábola). En cualquier caso, es imprescindible no perder de vista el proyectil o su estela, no darle la espalda a la policía y no correr. Ante el disparo de una bomba lacrimógena es posible replegarse con rapidez, sin necesidad de perder el control. Todo esto tiene como objetivo el tratar de evitar que el proyectil te impacte en alguna parte del cuerpo.
La protección de la nariz y boca se inicia cuando son disparadas las bombas lacrimógenas, no cuando ellas ya han caído en las proximidades y han comenzando a expandir el gas, el objetivo es inhalar la menor cantidad posible del mismo.
La neutralización de las bombas lacrimógenas puede ser intentada de diversas maneras: cubriéndola con un paño grueso y húmedo; cubriéndola con tierra; sumergiéndola en un recipiente con agua; quemando materiales de rápida combustión, ubicados muy próximos a la bomba lacrimógena. Para todos los efectos, es conveniente tomar la bomba lacrimógena con guantes industriales o un paño grueso mojado, para evitar quemaduras. Cualquiera de estas modalidades requiere una rápida capacidad de reacción, ya que el gas se expande con velocidad. Lo anterior supone que los implementos necesarios para la neutralización deben estar preparados de antemano, así como definidos los responsables de esta tarea.
La devolución de las bombas lacrimógenas se puede realizar con la mano o el pie, nunca con la cabeza. Siempre tiene sus riesgos: al devolver la bomba con la mano, el gas envolverá a quien la arroje; al hacerlo con el pie, la dirección de la trayectoria de la bomba suele ser incierta. En términos generales, en las dos modalidades, el resultado final es más simbólico que concreto, ya que el gas continúa esparciéndose y el alcance de la devolución no suele ir más allá de los cincuenta metros.
En cualquier caso, debes tratar de salir del área afectada, buscando aire fresco. Si el gas lacrimógeno te rodea por todas partes o bien te encuentras en un reducto cerrado, imposibilitado de salir, no debes correr ni agitarte, ya que eso aumentará tu actividad respiratoria, haciéndote inhalar más gas. Lo que sí debes hacer es arrojarte al piso, cerrando los ojos y respirando a través del paño o pañuelo. El gas tiende a subir, y se debe esperar dicha condición en la posición descrita. Es una de las situaciones más extremas y requiere que mantengas un gran control de tus nervios. En esta circunstancia es probable que surjan deseos de vomitar, hay que tratar de no toser (si es que ello es posible) porque esto te hará inhalar más gas, no debes abrir los ojos y menos tocártelos, ya que ello permite una mayor absorción del gas.
En lo posible, luego de un ataque con gas lacrimógeno, hay que tratar de encontrar un sector con aire fresco. Es conveniente relajar la actividad corporal, sentándose o acostándose en el suelo, respirando profundamente ese aire. Si es posible, es conveniente enjuagar la boca con agua y limpiar las fosas nasales. No hay que mojarse el resto del rostro y menos los ojos, porque aumenta el efecto del gas.
Por último, al volver a casa, debes quitarte la ropa utilizada en la manifestación lo más prontamente posible, más aún si en tu hogar se encuentran niños pequeños. Al bañarte, para quitarse los residuos de los gases en la piel, debes hacerlo sin restregar.
Muy importante: no te frotes los ojos ni la piel y respira, sin bocanadas, siempre a través del pañuelo con vinagre o agua. No des entrevistas a los medios oficiales ya que generalmente serán usadas en contra de la reivindicación social que se busca con la marcha o protesta.