No podían salir a la calle sin que los persiguieran con cámaras, micrófonos, grabadores. Caminar por el barrio se convirtió en una misión imposible. Al dolor del duelo se le sumó el asedio permanente de la prensa y los curiosos. Pocos días después de la muerte de Ángeles Rawson, su familia decidió mudarse y cambiar por completo su rutina. ¿Dónde están? Algunos de ellos declararon el viernes 14 de junio ante la fiscal María Paula Asaro. Luego vino la sorpresiva detención de Jorge Mangeri , el portero del edifico. La familia ya no volvió a ser vista por el barrio de Palermo. Su nuevo domicilio es un misterio, y se pretende que permanezca así para preservar su intimidad. Se dijo de todo: que se alojaban en un hotel de lujo, que estaban en un barrio privado, que el secretario de Seguridad, Sergio Berni , les había gestionado el nuevo hospedaje. La realidad, al menos así lo aseguró el padrastro, Sergio Opatowski, en diálogo con la prensa, es que tanto él como su mujer y Axel, hijo suyo de un matrimonio anterior, están viviendo en la casa de un familiar. Juan Cruz, hijo de Jimena Adúriz, madre de Ángeles, se fue a la casa de su padre, Franklin Rawson. ¿En qué colaboró el Gobierno? De todos los rumores que hubo sobre el acercamiento de Berni a la familia, hay algunas cosas ciertas. Una de ellas es que el secretario de Seguridad pagó el velorio de la adolescente asesinada, en un gesto de acompañamiento en el dolor de los allegados de Ángeles. «El velatorio lo pagamos en un primer momento. Cuando tomé contacto con la madre, me pidió que termináramos con todos los trámites rápidamente para darle cristiana sepultura», dijo Berni en aquel momento. Pero luego Franklin Rawson quiso hacerse cargo de los gastos y le devolvió el dinero al Estado. Con respecto al alojamiento, una nota publicada en Perfil aseguraba que Berni había hecho una reserva en el hotel Howard Johnson de San Pedro para la familia. Desde el hotel les informaron luego la reserva fue cancelada. El propio Berni dijo a la prensa que, en el edificio de Ravignani, la familia estaba «acechada por periodistas» y la madre tenía que «circular todos los días por el lugar donde se ha cometido el crimen», por lo que quiso tener «un gesto de humanidad» con ellos. Pero, según se supo después, la familia de Ángeles no aceptó la ayuda ofrecida por el Gobierno, y decidieron en cambio alojarse en lo de sus familiares. «Estamos en una casa prestada de un familiar. Al principio nos dieron un lugar desde la Secretaría, pero después nos acomodamos con la familia y estamos todos bien», dijo Opatowski. Cambio de rutina La mudanza temporaria no fue el único cambio drástico que tuvo que hacer la familia de la joven asesinada. Tampoco pueden, al menos por ahora, regresar a sus vidas normales. Ni Opatowski, ni la madre de Ángeles, ni su hermano mayor, han regresado a sus respectivos trabajos. «Mi hijastro está de licencia. Por un tiempo no va a volver», contó el padrastro de Ángeles a la prensa. «Mi mujer tampoco está laburando, trabaja con un hermano pero se corrió hasta que las aguas se apacigüen». «Por ahí después volveremos a trabajar, es parte de la vida: reiniciarse y recuperarse», sostuvo Opatowski. Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1604405-como-se-transformo-la-vida-cotidiana-de-la-familia-de-angeles-rawson
Cómo se transformó la vida cotidiana de la familia de Ángeles
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