Con los ojos cerrados y sosteniendo de a ratos su cabeza con las manos, el nene está evidentemente vencido por el sueño.
Pero eso no le impide tomar su mamadera y alimentarse con las mismas ganas que cuando está lúcido.
La simpática imágen fue grabada por la madre de la criatura, quien muestra además sus dotes de comediante, simulando un gracioso relato de la escena