La salida de depósitos en dólares volvió a ser en los últimos días uno de los grandes lastres que debió soportar el Banco Central para acumular reservas, en un momento en el que los ahorristas ya no pueden hacerse de divisas en el mercado formal.
La fuga de billetes de los bancos ya alcanzó el mayor ritmo en cinco meses y le puso un freno al objetivo de recuperación de divisas que tenía el organismo oficial para esta época. Sólo en la última semana registrada por las cifras del Central, los bancos perdieron unos u$s 150 millones; seis veces más que el total de dólares que logró retener el organismo oficial a través del blanqueo de capitales que lanzó hace ya un mes y medio, y que todavía no toma impulso (hasta el viernes se habían captado u$s 18 millones en CEDIN) .
El sostenido retiro de depósitos en dólares tiene un fuerte impacto en el nivel de reservas, ya que una importante porción de éstos se mantiene «encajada» en el BCRA. El drenaje se está percibiendo con más fuerza en los ahorros que pertenecen al sector público: más del 80% de las divisas que abandonaron los bancos pertenecían a algún organismo público. Pero también se mantuvo firme, a la misma velocidad que en las semanas anteriores, en la porción de los depósitos que pertenecen a empresas y ahorristas del sector privado (la fuga ya se ubica en los u$s 25 millones semanales).
El Banco Central esperaba que la segunda mitad del año le permitiera recuperar una buena parte de los más de u$s 6.000 millones que había perdido en reservas durante el primer semestre. El escenario se mostró en un principio más favorable con el precio del «blue» levemente controlado, luego de que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, se involucrara en los negocios que realizan las cuevas de la City; el lanzamiento de instrumentos en el programa de blanqueo de capitales, como el CEDIN (el certificado destinado al mercado inmobiliario) y el BAADE (el bono energético); y la cancelación total de la deuda que mantenía con el banco de Basilea y que (según trascendió) logró renovar.
El Central llegó a acumular un máximo de u$s 400 millones en la primera quincena de julio. Pero, desde entonces, perdió todo lo capitalizado y quedó en estos días con un saldo negativo de u$s 80 millones entre el 30 de junio y el último viernes. Lo que pesó, en gran parte, fue el fuerte retiro de dólares que se sintió en los bancos. Esta vez, no tanto por el pánico de los ahorristas como por las necesidades de dólares, según se vio, de los organismos públicos.
Fuente: Ambito