Los vecinos de los barrios porteños de Palermo, Belgrano y Recoleta se encuentran conmocionados por el aumento de bandas integradas por menores de edad que amenazan, golpean, roban en poco segundos y huyen, en lo que se conoce como «ataques pirañas». Los tres barrios del norte de la Ciudad de Buenos Aires registran en lo que va del año más de 1.200 denuncias de robos bajo la modalidad «piraña», en la que en grupos de jóvenes le roban sorpresivamente a todo lo que se le cruce, ya sea automovilistas o transeúntes. Según informó el Diario Popular, la voracidad que demuestran los maleantes parece no tener freno y preocupa a los vecinos, que advirtieron el fenómeno a través de una presentación de una ONG ciudadana. El preocupante relevamiento fue difundido por la asociación «Defendamos Buenos Aires», que advirtió que las cifras sólo atañen a esos tres barrios, por lo que no se descartan más casos en otras zonas. El titular de la entidad, el abogado Javier Miglino, explicó que los delincuentes «llegan en moto, bicicleta o caminando. Se acercan a una mesa de bar sobre la avenida Del Libertador a la altura de Patio Bullrich, y también en la avenida Cabildo en pleno barrio de Belgrano. En cualquiera de los dos casos optan por roban cualquier objeto de valor que esté a la vista como notebooks, tablets, celulares, relojes y carteras. A partir de ahí inician una loca carrera que desemboca a las pocas cuadras en una absoluta impunidad». Las «pirañas» actúan a veces en grupos de 3 o 4 integrantes y otras en banda formada por numerosos delincuentes. «Mientras uno finge descansar sentado en un improvisado banco sobre la vereda. en realidad está mirando que no haya policías u obstáculos cerca, otro va marcando cual es la próxima víctima, en general sentada o caminando con una tablet, notebook o celular a la vista», contó Miglino. «El tercero es el que roba directamente y en general cuando se ve cercado arroja el botín en un cesto de basura o se lo entrega a los «vendedores de medias» que pululan por las avenidas Cabildo, Santa Fe y Del Libertador. En realidad no son vendedores, son delincuentes que conservan el botín en su bolsa, de modo que si el arrebatador es detenido es liberado enseguida porque no tiene ningún objeto robado en su poder», añadió. Los «robos pirañas» saltaron a la agenda pública hace dos años cuando automovilistas detenidos en la Panamericana por algún colapso de tránsito denunciaron que grupos de jóvenes provenientes de terrenos linderos aprovechaban la situación para atracarlos y despojarlos de su dinero, carteras y celulares. Luego el mismo modus operandi se repitió en otras autovías y hace unos meses ocurrió lo mismo en el Camino Del Buen Ayre. El 26 de julio pasado cámaras del Centro de Monitoreo Urbano grabaron un hecho en Constitución: pudo verse a los ladrones rodeando a la víctima, golpeándola y quitandole lo que tenía. Tras detectar el ataque, intervino la comisaría de la Comuna 4 de la Policía Metropolitana y los detuvo. También se reportaron hechos similares en Rosario. «Este tipo de robos es muy difícil de comprobar y por eso es importante prevenirlos. Basta ver la fila de más de 10 personas haciendo cola en la comisaría 33ra. de Belgrano cada viernes o sábado luego de haber sufrido un arrebato en las avenidas Cabildo y Juramento o en las calles Vuelta de Obligado, Mendoza, Olazábal o Monroe», concluyó Miglino. Los especialistas en seguridad aconsejan a la gente que para evitar ser víctimas de las «pirañas» no deben llevar a la vista celulares, tablets o notebooks.
Ataques pirañas en Palermo, Belgrano y Recoleta
Que opinas? Deja tu comentario