La presidenta Cristina Fernández de Kirchner dijo que planteó en sus intervenciones en la Cumbre del G 20 en San Petesburgo la necesidad de regulación de un sistema global en materia de reestructuración de la deuda soberana y también de regulación bancaria y financiera global. Al hablar con los periodistas, al término de la segunda jornada la Presienta puso de relieve que el documento final del G20 en San Petesburgo tiene “cambios sustanciales” de los que fueron los primeros documentos del Grupo y ahora, agregó, “nos sentimos muy reflejados en muchas partes de este documento”, luego de recordar que en la Segunda Cumbre del G 20 en Londres, de la que participó el entonces presidente de Brasil, Luiz Lula, se tuvo que “pelear para que no se incluyera la flexibilización laboral para superar la crisis. Hoy –agregó- figura un no a la flexibilización laboral como condenatorio de cualquier política” que permita la recuperación. En ese sentido mencionó la presencia del titular de la OIT, Guy Ryder, como “un logro muy importante el hecho de que haya estado; mas allá del afecto al director de la OIT, marca rumbo de los tiempos”. Puso de relieve que el documento final tiene “párrafos como la sustentabilidad de la deuda” y señaló que su intervención en la Cumbre fue “referida a párrafos que nos interesan”, como las “medidas fiscales, resaltando el tema de las calificadoras de riesgo” y además dijo que hizo mención al grupo de jóvenes del G20, que instaba a los líderes a incluir tema de los fondos buitre, condenando a estos fondos que impiden la reestructuración de deudas”. La Jefa de Estado sostuvo que fue una sorpresa el capítulo de los jóvenes de todos los país del G 20 que se reunió en San Petesburgo, lo cual “me da esperanza que esos jóvenes” pues pensaba que debían sentarse en el día de mañana en el lugar que hoy ocupan los jefes de estado. La Presidenta puso de relieve que pudo desarrollar “muy claramente durante la mañana lo que es el problema de la deuda” y también agradecer a Francia su rol de ‘amicus curiae’, más allá de la proverbial amistad entre la Argentina y Francia, “está claro que Francia se presentó como amicus curiae por la importancia de la reestructuración de deuda para el sistema financiero internacional, y acotó que mientras ella hablaba su colega galo François Hollande asentía con la cabeza, “confirmando y afirmando la importancia que la resolución tiene para el sistema financiero global”, completó. La Presidenta agregó luego que recordó el discurso que el presidente (Barack) Obama había dado en la que mencionó a las Islas Caimán, donde en un solo edificio había más de 12 mil firmas registradas, y detalló que en el análisis del Plan de Acción del G 20 tuvo muchas intervenciones y pudo caracterizar lo quebradizo del sistema, la volatilidad de mercados, poniendo de relieve la necesidad de que se cumplan dos puntos: “la regulación, que lo venimos planteando; la regulación bancaria, financiera global y que podamos tener garantías y jurídicas”. También planteó otra necesidad de la regulación de un sistema global en materia de reestructuración de deuda soberana. Todo país organizado tiene un sistema de quiebra de empresas. En la Argentina –explicó- con el 66% de los acreedores el juez puede homologar el acuerdo de quiebra. La misma cifra se aplica en Estados Unidos donde hasta las municipalidades pueden decretar la quiebra y aún cuando no se reúnan el número de acreedores, el juez, dado la importancia, aprueba el concordato aún cuando no se reúna el 66%- Esto es una prueba de coherencia sistémica que tiene que tener ordenamiento jurídico”, agregó la Presidenta.
Cristina planteó al G 20 la necesidad de una regulación global en materia de reestructuración de deuda soberana
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