Famoso locutor fue detenido por el presunto abuso de una nena de 8 años

Un conocido locutor de la ciudad misionera de Oberá, quien es presentador de la Fiesta Provincial del Inmigrante, fue detenido como sospechoso de abusar de una menor de ocho años. El detenido resultó ser Alejandro «Cacho» Santandrea, quien tiene 58 años, trabaja para la municipalidad de esa localidad del sur misionero y no cuenta con título habilitante como locutor, aunque ejerce esa tarea durante la tradicional celebración. Según la denuncia, la víctima del presunto abuso es una niña que, según una versión, realizaba pequeñas tareas domésticas en la casa de Santandrea, aunque otra indica que en realidad pedía limosna en la puerta de la finca. El hecho que es investigado por la Justicia se produjo presuntamente el 19 de agosto pasado. Según contó a su hermana la nena, ese día el hombre le pidió que se bañara y luego la llamó a una habitación, donde abusó sexualmente de ella. La hermana mayor le contó lo ocurrido a su vez a su madre y por la noche de esa jornada, la mujer con las dos menores realizaron la denuncia en la comisaría de la Mujer. La detención de Santandrea se produjo varios días después cuando la niña fue sometida a una Cámara Gesell y peritos judiciales le dieron veracidad a su relato. El juez de instrucción Horacio Alarcón determinó la detención del locutor, hecho que conmocionó a Oberá y la provincia de Misiones, por tratarse de una persona muy conocida en la región, ya que desde hace 34 años es el presentador de la Fiesta Nacional del Inmigrantes, una de las más tradicionales de la zona, la cual se iniciará el próximo jueves en su edición 2013. El intendente de Oberá, Ewaldo Rindfleisch, mostró «asombro» por la detención y pidió «darle tiempo a la Justicia para que se pueda investigar». Una versión difundida por un matutino porteño, consignó que Santandrea, quien fuye alojado en la comisaría local, contaba con ciertos «privilegios» y estaba confinado en una habitación utilizada por los policías para descanso, y no en los calabozos comunes. El intendente de Oberá, Ewaldo Rindfleisch, mostró «asombro» por la detención y pidió «darle tiempo a la Justicia para que se pueda investigar». Una versión difundida por un matutino porteño, consignó que Santandrea, quien fuye alojado en la comisaría local, contaba con ciertos «privilegios» y estaba confinado en una habitación utilizada por los policías para descanso, y no en los calabozos comunes.