El 28 de agosto de 2010 al mediodía, en el penal de Devoto, el preso Oscar Evaristo Britez salía caminando por la puerta principal luego que una orden judicial así lo autorizaba: nadie entendía cómo ese preso con una condena a 30 años por matar a un policía y cometer varios robos salía en libertad. La increíble fuga de Britez tenía su explicación. Los tres oficios judiciales que recibieron en el penal resultó que fueron falsificados, y en la mira quedó Roberto Severo quien era subalcaide en Devoto y ahora afrontará el juicio oral y público a partir del 1 de octubre próximo. Severo, de 37 años, era el segundo Jefe de la División Judiciales, y llegará detenido al juicio que tendrá a cargo el Tribunal Oral Federal Nº 4. Incluso, en los últimos días su defensa intentó lograr una probation, esto es, la suspensión del juicio a cambio de tareas comunitarias, pero le fue rechazado. Por facilitar la libertad de Britez, quien fuera detenido al poco tiempo en España, se sospecha que Severo cobró 60.000 dólares porque meses antes del hecho se corría el rumor que el papá del detenido, de nombre Héctor, quien a su vez está acusado de hechos de narcotráfico, habría ofrecido esa suma para favorecer la fuga de su hijo. Al penitenciario Severo también se lo acusa de falsificar un título del Instituto Universitario de la Policía Federal Argentina, y otro de la Facultad de Derecho de la UBA, que le tenía en su poder. Si bien parece un dato menor, con esos títulos Severo recibía un plus en su sueldo, y al Estado Nacional le significó unos 34 mil pesos. Es por ello que también se le imputa el delito de defraudación a la Administración Pública. Junto con Severo será enjuiciado su primo Marcelo Caparelli, quien –según la acusación- fue el encargado de fraguar los oficios que utilizó Severo así como los títulos universitarios fraguados. El juicio comienza el 1 de octubre y habrá al menos seis audiencias de debate en Comodoro Py.
Jefe penitenciario que facilitó la fuga de un preso irá a juicio oral y público
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