Miles de trabajadores se manifestaron este viernes en Roma contra los ajustes del nuevo presupuesto de Italia, en coincidencia con una huelga general de transporte y en vísperas de una manifestación mayor potencialmente violenta que tiene en alerta máxima a las fuerzas del orden capitalinas. Las autoridades de Roma anticipan un fin de semana «caliente» en la ciudad eterna, donde a partir de este sábado van a tener lugar varias manifestaciones contra las medidas de austeridad del gobierno del primer ministro, Enrico Letta, en las que se sospecha que varios grupos de radicales quieren infiltrarse. Se ha activado un gran dispositivo de control y vigilancia por parte de la policía para lograr anticiparse a estos grupos violentos, y hoy fueron detenidos cinco jóvenes de nacionalidad francesa, seguidores del denominado «bloque negro», informó la agencia de noticias EFE. Según trascendió, los cinco individuos tienen antecedentes por disturbios y dos de ellos además por «terrorismo». Cuando la policía los detuvo no supieron dar explicación de por qué estaban en Roma ni portaban teléfono móvil, por lo que se sospecha que pretendían no ser localizados. Por ello y para prevenir que lleven a cabo sus planes, las autoridades están realizando los trámites pertinentes para deportarles del país. También hoy, la policía encontró en una zona próxima al campus universitario de La Sapienza una furgoneta repleta de armas callejeras como picos, piedras o porras. Parece ser que estas armas, de lucha callejera y consideradas ofensivas, apenas acababan de ser compradas. Antes de la gran manifestación de mañana, miles de trabajadores marcharon hoy por Roma de manera pacífica en el marco de una huelga general de transporte que afectó el tráfico aéreo y terrestre. Los servicios de trenes estuvieron garantizados en la mayoría de las ciudades, pero los aeropuertos de Roma, Nápoles, Milán y Bolonia tuvieron que cancelar cientos de vuelos, informaron medios locales. Tan sólo en el aeropuerto de Roma-Fiumicino fueron cancelados 143 vuelos, sobre todo de Alitalia, informó la agencia de noticias ANSA. Algunos colegios y trabajadores de la salud también hicieron un paro. La huelga de transporte de 24 horas fue organizada por los sindicatos USB, COBAS y CUB para protestar los recortes en el presupuesto para el transporte por una política social que consideran «ruinosa» y en detrimento de los trabajadores. En el acto en Roma, el coordinador de USB, Pierpaolo Leonardi, acusó al gobierno italiano del primer ministro centroizquierdista, Enrico Letta, de imponer las recetas de ajuste de la Unión Europea (UE) a expensas de la clase trabajadora. También hubo una protesta menor en la norteña Milán, donde marcharon unos 600 trabajadores.
En Italia se teme ante una posible violencia en marcha contra ajuste
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