La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner superó bien ayer la extracción de un hematoma que se le había formado en la cabeza, y quedó internada en la unidad de terapia intensiva del Hospital Universitario de la Fundación Favaloro para su recuperación. Fue “una cirugía sin complicaciones”, según el comunicado del equipo médico que la atendió. Estará 3 ó 4 días internada y luego deberá hacer reposo por 3 semanas, según fuentes de su equipo médico. La operación transcurrió sin sobresaltos, pero los detalles no se dieron a conocer: los médicos que intervinieron tienen prohibido hablar con la prensa. Pese al hermetismo que rodeó a la cirugía, se supo que la Presidenta se hizo los análisis cardiovasculares previos a la cirugía el lunes. En ese momento, intervinieron su cardiólogo, Ramiro Sanchez, y el jefe de cardiología intervencionista de la Fundación, Oscar Mendiz. Ayer por la mañana, la Presidenta recibió una anestesia total. Este paso estuvo a cargo del médico Luis Valdivieso. Luego, se siguió con la cirugía para sacarle el hematoma, que es una práctica de rutina y de baja complejidad en los servicios de neurocirugía de los hospitales. A través de la operación -que se llama “trepanación craneana”-, los neurocirujanos le hicieron dos pequeñas perforaciones en el cráneo a la Presidenta, para luego aspirarle el hematoma subdural crónico, que se le había formado a partir de una caída del 12 de agosto pasado. Este hematoma no estaba dentro del cerebro. Se encontraba entre la superficie del cerebro y su capa más exterior (la duramadre), en el lado derecho de la cabeza. El equipo de cirujanos estuvo liderado por Cristian Fuster, de 40 años, e incluyó a Jorge Mandolesi, Pablo Rubino y Javier Salazar. No necesitaron cortarle el pelo para hacer la cirugía, y consiguieron aliviar la presión que el hematoma estaba produciendo sobre el cerebro. Esa presión habría hecho que el domingo pasado la Presidenta sintiera un hormigueo en el brazo izquierdo. Al trasladarse el domingo a la Residencia presidencial de Olivos, los médicos también habían detectado una pérdida de fuerza muscular transitoria y leve, un problema que llevó a que le indicaran la cirugía que se hizo ayer para drenar el hematoma. Tras la cirugía, el hematoma cedió. Y no hubo necesidad de utilizar otra técnica que consiste en extraer la cápsula del hematoma cuando el cerebro comprimido no consigue volver a expandirse. En el caso de la Presidenta, el cerebro volvió a expandirse con normalidad. Tras la cirugía, el comunicado oficial informó que la Presidenta “evoluciona favorablemente permaneciendo internada en la unidad de cuidados intensivos dirigida por el doctor Francisco Klein, director del centro de accidentes cerebrovasculares del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro”. “Todo el proceso de diagnóstico y tratamiento estuvo supervisado y acompañado por los profesionales de la unidad médica presidencial, Luis Bonomo y Marcelo Ballesteros”, informó el comunicado de ayer. Ahora, se espera una recuperación normal. La Presidenta estaría internada entre 3 y 4 días, y luego deberá guardar reposo durante tres semanas aproximadamente. Rafael Torino, jefe de neurocirugía del Hospital Británico de Buenos Aires, que no participó en la cirugía, opinó “los tiempos del post-operatorio son entre tres y cuatro semanas en promedio hasta la reinserción total de los pacientes”. Torino, también docente adscripto de neurocirugía de la UBA, y profesor titular de la UCA, afirmó: “Generalmente, después de la cirugía de hematomas subdurales, sugerimos un reposo relativo: descansar bien por la tarde y por la noche, leer, usar la computadora o tener alguna reunión con pocas personas en tiempos cortos. No tienen que sobreexigiese”. Y agregó: “los pacientes pueden volver a hacer caminatas rápidas al mes de la operación, aunque los viajes en avión pueden recién hacerse más de 2 meses después. Insisto en que el grado de recuperación depende de su estado físico previo”.
La recuperación de Crsitina Kircgner demorará alrededor de un mes
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