Con este fallo, Edith Casas podrá casarse con Víctor Cingolani, condenado por el asesinato de su gemela Johanna.
Para la Justicia, «no presenta disfunción psicológica o mental que le impida contraer matrimonio».
La joven santacruceña Edith Casas (22) podrá casarse con Víctor Cingolani, condenado por el asesinato de su gemela Johanna, según determinó la justicia tras una evaluación psicológica realizada ante la oposición de la madre a la boda, suspendida en diciembre, informaron medios locales.
Según publicaron medios de Pico Truncado, donde residen tanto la familia Casas como Cingolani -ex novio también de Johanna, y que cumple una pena de 13 años de prisión-, Edith «no presenta disfunción psicológica o mental que le impida contraer matrimonio».
Marcelina Orellana y Paola, madre y hermana de la joven, presentaron el 21 de diciembre último una «oposición» al casamiento, previsto para las 11 de ese día, por considerar que corría riesgos junto al hombre condenado por el homicidio.
El jefe del Registro Civil elevó el reclamo y la jueza subrogante, Gabriela Zapata, dispuso peritajes sobre el estado mental de la joven, cuyos resultados se conocieron hoy.
Edith fue testigo en el juicio por el asesinato de su gemela, hallada en julio de 2010 con dos balazos en la cabeza en las afueras de la ciudad petrolera de Pico Truncado, 600 kilómetros al norte de Río Gallegos, capital de Santa Cruz.
Durante el proceso, la joven acusó a Cingolani de haber abusado sexual y psicológicamente de ella y dijo que la había llevado al paraje donde luego apareció el cuerpo de su hermana, por lo que su decisión de casarse con él conmocionó a la familia.
Cingolani «no mató a mi hermana», afirma ahora Edith y asegura que su novio, preso en la Alcaidía de Pico Truncado, «es inocente» y que nada impedirá que se case con él.
Este año enjuiciarán a Marcos Díaz, quien era novio de Johana cuando ocurrió el asesinato.
Orellana dijo a Télam esta tarde que aún no la habían notificado de la decisión judicial. «Creo que ya no puedo hacer nada» para impedir la boda, lamentó la madre.
La mujer contó que «hace dos meses» que no habla con Edith, ya que desde que comenzó la polémica por su intención de casarse con Cingolani la joven «se fue de la casa y vive con la familia del asesino de su hermana», a cuatro cuadras de distancia.
«Ella no quiere hablar conmigo ni con su padre ni sus hermanos», dijo Orellana, que además de las gemelas tuvo otros cuatro hijos de los cuales dos viven en Pico Truncado, uno en la vecina localidad de Las Heras y otro en Comandante Luis Piedra Buena, en Santa Cruz.