Con estos trucos podrás convertirla en una vivienda mucho más ‘apetecible’, sacando el máximo partido a unas pequeñas reformas para conseguir una vivienda más práctica.
1. Todo influye. Los tasadores pueden hacerte perder cientos, incluso miles de euros, solo por tener un jardín descuidado o una entrada en malas condiciones. Las zonas exteriores y los espacios comunes también cuentan. Escaleras, iluminación… incluso es importante que se vean bien los números y la letra del piso.
2. Los detalles cuentan. Para vender una casa no siempre es necesario tirar abajo la cocina o los baños. A veces basta con cambiar un grifo para actualizarlo y aportan valor añadido.
3. Huye del caos. El desorden no es solo una monstruosidad, te cuesta dinero. Los expertos dicen que un lugar limpio y ordenado puede aumentar un 10 por ciento el valor de la vivienda. Así que coloca las cosas en el lugar que les corresponde.
4. Lo viejo desluce, y es como un imán al que se nos van los ojos. Una cosa es tener una antigüedad, y otra muy distinta, acumular trastos inservibles. Aunque no lo creas, tu viejo televisor puede arruinar la venta y tirar por tierra la impresión general de tu vivienda.
5. Nada de trucos. Ve con la verdad por delante si no quieres que todo se vaya al traste. Así que no intentes ocultar desperfectos en el parqué poniendo alfombras a diestro y siniestro, ni tapar las manchas de humedad poniendo cuadros. Si lo haces, estarás nervioso y dará la impresión de que estás ocultando algo.
6. Deja que el espacio hable por si solo. En este caso cobra especial relevancia el tan manido dicho de ‘menos es más’. No te empeñes en rellenar huecos, ¡deja que las paredes respiren! Cuanto menos muebles haya, más grande parecerá.
Quita los muebles que entorpezcan el paso y todo lo que haga que la habitación parezca saturada y deja solo lo que es necesario, acentuándolo con algunos toques decorativos. Las cosas innecesarias que estorben puedes llevarlas al trastero, garaje o a la casa de un amigo.
7. Ni ñapas ni chapuzas. Todo debe estar en perfecto estado. Si algo no funciona correctamente, lo arreglas o lo cambias, y si no hay posibilidad es mejor eliminarlo.
Cuando la gente va a ver una casa -tanto futuros compradores como tasadores- lo normal es que usen las manos. Si hay un un pomo roto, un cajón que no cierra o un grifo que gotea, lo mejor es que lo arregles.
8. Elige bien el momento de enseñar tu vivienda y trata de potenciar sus cualidades. Siempre es importante mostrar las propiedades cuando haya buena luz.
Si hay una característica que haga tu casa especial, muéstrala sin complejos. Por ejemplo, puedes dejarte entreabierta la puerta del vestidor…
9. Pinta solo lo necesario. Normalmente solemos esperar demasiado para pintar la casa y cuando lo hacemos la pintamos de arriba abajo.
Sin embargo, es mejor hacer un mantenimiento de manera continuada. Así no tendrás que ver todas los días manchas y desconchones. Y cuando llegue el momento de ponerla en venta, bastará con unos toques estrátegicos para que la casa les entre por los ojos.
10. ¿Has hecho la prueba del algodón? Limpia el polvo, las encimeras, las ventanas, las alfombras y las cortinas.
11. Retira los objetos personales. Guarda las fotos, adornitos, reliquias familiares, y cualquier otro objeto personal, y neutraliza los colores de las paredes. Estos trucos ayudan a que los nuevos compradores imaginen mejor sus propias cosas dentro de tu casa.
12. Que se note que hay vida. Lo conseguirás con un par de plantas. Eso sí, debes cuidarlas con esmero para que estén en buen estado. Conseguirás que el ambiente sea más acogedor. Además, aportan oxígeno, limpian el aire y permiten mantener el contacto con la naturaleza dentro de la casa.
13. Cuidado con los olores. Olvídate de los sprays artificiales, pueden sugerir que estas intentando disimular otros olores; atrae a los clientes con un olor de galletas o pan recién hecho. Esto hará que el comprador se sienta como en casa.
14. Controla la temperatura. No debe hacer frío, pero tampoco un calor excesivo. La construcción de la casa, los materiales de aislamiento, el estado de las ventanas y puertas (corriente de aire) y la disponibilidad de un sistema de calefacción influyen mucho tanto en la venta como a la hora de sentirnos cómodos en la casa.
15. Pon un felpudo de bienvenida. Parece una tontería, pero es un elemento que no debe faltar en una entrada cálida y acogedera.
Escoge un diseño que se salga de lo común, que denote personalidad. Es la manera más sencilla de dar una primera buena impresión nada más llegar.
fuente > Yahoo.es