Kelly Hughes tiene 30 años y es adicta a las camas solares desde los 16. Es decir, ha pasado 14 años de su vida ocupando estos aparatos, los cuales han dañado en extremo su piel, de acuerdo a lo revelado mediante un escáner de rayos ultravioletas.
Las fotograías se están difundiendo para concientizar a los jóvenes sobre los peligros de esta práctica, según informa el portal de noticias contexto.com.ar. La utilización de cabinas solares son uno de los principales factores para que se produzca un cáncer de piel.
Kelly Hughes dijo al diario Daily Mail que una vez que vio las fotos tuvo miedo. «Ya no voy a camas solares desde hace tiempo, ni si quiera fui para Navidades y eso que siempre he estado obsesionada con tener un bonito tono de piel”.
Especialistas sostienen que es necesario actuar antes de que el daño sea irreparable y cuidar lo mejor posible la epidermis.