Un miembro del equipo 6 de los Navy SEAL refutó una versión previa de la muerte de Osama bin Laden y aseguró que el líder de Al Qaeda murió de un balazo en la cabeza y fue rematado en el suelo, según informó la cadena CNN.
El miembro anónimo del equipo de las fuerzas especiales de Estados Unidos indicó que la versión publicada el mes pasado por la revista Esquire es falsa, y aseguró que el líder terrorista recibió un balazo pese a que no había a la vista ninguna arma de la que hubiera podido hacer uso.
Según la nueva versión, tres comandos Navy SEAL fueron los primeros que llegaron a la planta del refugio de Abbottabad (Pakistán) donde se encontraba el dormitorio de Bin Laden (algo que también indicaba la versión de ‘Esquire’) y uno de ellos disparó sin mediar palabra contra el líder de Al Qaeda al ver que asomaba la cabeza.
Poco después, otros dos Navy SEAL entraron en la habitación de Bin Laden y «al verle herido de muerte en el suelo, le remataron con balazos en el pecho».
Esta versión coincide prácticamente con la presentada por Matt Bissonette, miembro del equipo que asaltó el refugio de Bin Laden en Abbottabad, en su libro «No Easy Day», pero difiere notablemente de la presentada por ‘Esquire’, que entrevistó a un Navy SEAL que aseguraba ser el autor del disparo mortal al terrorista.
El entrevistado de ‘Esquire’, también protegido bajo el anonimato, aseguraba que confrontó a Bin Laden, que estaba de pie frente a él, y le disparó dos veces en la cabeza solamente cuando se dio cuenta de que tenía un arma a su alcance.
Según el testigo consultado por CNN, que llegó a la última planta del complejo de Abbottabad junto con Bissonette y el entrevistado por Esquire, las dos armas que había en la habitación de Bin Laden se encontraron tras un registro más a fondo.
Asimismo, consideró que será imposible jamás conocer quién fue realmente el autor del disparo que acabó con la vida del terrorista más buscado por EEUU.
El miembro del equipo entrevistado por CNN indicó además que el soldado interrogado por Esquire, quien se quejó de no tener pensión tras abandonar las Fuerzas Armadas, iba por bares de Virginia Beach (estado de Virginia) presumiendo de ser el autor de la muerte del terrorista.
En el asalto del 2 de mayo de 2011 que dio muerte a Bin Laden participaron 23 Navy SEAL y un intérprete, que acabaron también con la vida de dos guardaespaldas del terrorista, la mujer de uno de ellos y uno de los hijos del líder de Al Qaeda.