La exprimera ministra británica, Margaret Thatcher, conocida como la «Dama de Hierro», se caracterizó por ofrecer frases memorables.
Thatcher falleció este lunes en Londres, a los 87 años, debido a complicaciones tras un derrame cerebral.
Aquí una selección de sus frases más destacadas.
«Me encanta el argumento. Amo el debate. No espero que nadie sencillamente se quede sentado y esté de acuerdo conmigo; ese no es el trabajo de ellos». 1980.
«No soy una política de consenso. Soy una política de fuertes convicciones». 1979.
«No me importa cuánto hablan mis ministros, siempre y cuando hagan lo que les digo». 1980.
«Para aquellos que esperan con gran expectativa ese eslogan favorito de los medios de comunicación, ese cambio de sentido, sólo tengo una cosa que decir. Tú cambias de dirección si quieres. La señora no está para dar la vuelta». 10 de octubre de 1980, conferencia del partido Conservador
«Nadie se acordaría del buen samaritano si sólo hubiera tenido buenas intenciones. También tenía dinero». 1980.
«Tuvimos que echar al enemigo de las Falklands (Malvinas). Siempre tenemos que estar pendiente del enemigo que está dentro, que es más difícil de combatir y más peligroso para la libertad». Durante la huelga de mineros de 1984-85.
«No hay tal cosa como la sociedad. Hay hombres y mujeres y hay familias». 1987.
«El socialismo fracasa cuando se les acaba el dinero… de los demás». 1976.
«Nada es tan obstinado como un elegante consenso». 1968.
«Damas y caballeros, aquí estoy frente a ustedes con mi vestido de chifón rojo, mi rostro suavemente maquillado, mi cabello peinado gentilmente…¿La Dama de Hierro del mundo occidental? ¿Una guerrera de la Guerra Fría? Bueno, sí. Si así es como quieren interpretar mi defensa de los valores de la libertad fundamentales para nuestro estilo de vida». 1976.
«Ninguna mujer de mi época será primera ministra o secretaria de Relaciones Exteriores, no los altos cargos. De todas formas, yo quiero ser primera ministra. Tienes que dar el 100% en tu trabajo». 1969, en oposición como miembro de Parlamento del partido conservador para Finchley.
«Cualquier mujer que entienda los problemas de llevar una casa estará más cerca de entender los problemas de llevar un país». 1979, el año en que se convirtió en primera ministra.
«En cuanto se concede a la mujer la igualdad con el hombre, se vuelve superior a él». 1969.
«Nos hemos convertido en abuela». A propósito del nacimiento de su primer nieto, 1989.
«¡Quiero que me devuelvan el dinero!», en la cumbre de la Unión Europea, Dublín, 1980.
«No hemos eliminado con éxito las fronteras en Gran Bretaña sólo para verlas volver a imponerse a un nivel europeo, con un superestado europeo ejerciendo un nuevo dominio desde Bruselas». 1988
«¡No! ¡No! ¡No!», Cámara de los Comunes, 20 de octubre 1990, un punto culminante en un arrebato antieuropeo, que motivó la renuncia de su vice primer ministro Geoffrey Howe y quien en su discurso de renuncia hizo un llamado para que se cuestionara el trabajo de Thatcher.
«Yo lucho. Lucho para ganar». 21 de noviembre de 1990, después de no haber logrado los votos suficientes para evitar una segunda ronda para el puesto de líder del partido. Renunció al día siguiente.
«Es un gracioso viejo mundo». 27 de noviembre de 1990, en su último consejo de ministros.
«Fue una traición con una sonrisa en el rostro. Quizá eso fue lo peor». 1993, sobre los colegas del gabinete que le aconsejaron renunciar.
«El hogar es a donde vienes cuando no tienes nada más que hacer». Mayo 1991, seis meses después de dejar el poder.
«Tiene los ojos de Calígula pero la boca de Marilyn Monroe», presidente francés Francois Mitterrand.
«Siempre fue una mujer atractiva. No sólo tiene el atractivo de una estrella de cine, también podía comportarse como una cuando así lo quería», Bernard Ingham, su secretario de prensa.
«Esta mujer es testaruda, obstinada y peligrosamente terca». Nota del departamento de personal de ICI, una compañía química, que en 1948 rechazó la solicitud de empleo de la entonces Margaret Roberts.