Por Bernardo Stamateas
La gente insegura es cerrada. Las personas inseguras son de carácter rígido, son pobres en sus relaciones interpersonales ya que se comunican de manera agresiva y lastiman al hablar. Cuando alguien es inseguro maltrata a la gente, especialmente a quienes lo aman y trata bien a quienes lo maltratan.
La inseguridad no nos permite aprender. Las personas inseguras no escuchan consejos ni se dejan enseñar por nadie, no les gusta aprender porque creen que lo saben todo y caminan por la vida con orgullo.
La inseguridad no nos deja ser decididos. El inseguro le otorga a otros el poder sobre sus decisiones. Las personas inseguras permiten que otros decidan por ellos sobre cualquier aspecto. No toman siquiera decisiones pequeñas sin antes consultar.
La inseguridad no da lugar a logros. Si no corres riesgos tampoco gozaras el placer de un logro. Y al quedar tanta energía sin ser usada el resultado es frustración, insatisfacción, y la seguridad de que: nunca voy a lograr nada.
¿Para qué necesitamos la seguridad emocional?
La gente segura resuelve problemas. La seguridad te hará enfrentar las situaciones difíciles antes que huir de ellas.
La gente segura se cuida a si misma. La seguridad hace que te respetes y te quieras. Las personas seguras se cuidan y se valoran haciendo lo que es mejor para ellas en el cuidado de su integridad emocional, física y espiritual.
La gente segura es proactiva. Evita las preocupaciones, ya que se ocupa de las cosas con anticipación.
La gente segura es protagonista. Podes ser una persona segura si comenzas a hacerte cien por ciento responsable de tu vida y decidís qué pensar, qué sentir, qué hacer.