Ante estos inconvenientes, el buque tiene que viajar ahora a la base Esperanza y luego a Marambio, donde las condiciones climáticas empeorarán. Por estas horas se evalúa si debería regresar a Ushuaia para buscar los repuestos o si los mismos se enviarán a Marambio en un avión Hércules. Cabe recordar que el buque partió hace una semana desde Ushuaia, donde tuvo que regresar a cargar combustible, luego de que el ministro Arturo Puricelli accedió a pagarle a la empresa que ganó las dos licitaciones, Transport & Services, una factura de US$ 1.017.150 por diez días adicionales. El pago todavía está dando vuelta en las oficinas del Ministerio de Economía, que debe autorizar la compra en moneda extranjera. A su vez, en las últimas horas ingresó al ministerio de Defensa otra factura de la empresa contratada por US$ 2,6 millones a raíz de la demora que se generó con los pagos al comienzo de la campaña que incluiría los gastos de puerto en Holanda, país de origen del barco, durante unos veinte días. Y a eso habrá que que sumar unos US$ 3 millones por los días extras que restan en la Antártida. Es de destacar que en la base San Martín solo contaban con reservas de combustible y comida remanentes del año pasado. Y el personal tuvo que ser evacuado mediante un crucero privado según informa el diario Clarín. Frente a estas irregularidades, el presidente del bloque radical de diputados Ricardo Gil Lavedra presentó un proyecto en el que pidió informes al Ministerio de Defensa.
Se rompió el buque holandés que reemplaza al Irizar en la campaña antártica
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