En un allanamiento realizado en las oficinas del contador de Báez había tres estuches para relojes pero uno estaba vacío. Al contador de Lázaro Báez le gustan los relojes caros. Y al parecer al empresario kirchnerista también. Por lo menos eso lo demuestra el resultado de uno de los varios allanamientos que realizó la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) por orden del juez Sebastián Casanello en la causa en la que investiga a Báez por lavado de dinero. El 22 de abril pasado integrantes de la PSA y funcionarios del juzgado de Casanello llegaron a las oficinas de Pérez Gadín en Puerto Madero. Tenían una orden de allanamiento que les permitía buscar información en el séptimo piso B del edificio Madero Center de la calle Juana Manso 555, donde Pérez Gadín tiene basada a su consultora OACI. Los hombres y mujeres de la PSA recogieron información, secuestraron computadoras, juntaron papeles de interés para la investigación y revisaron la caja fuerte del lugar. En la caja fuerte de la oficina del contador de Lázaro Baéz había, entre otras cosas, tres estuches de relojes de alta gama. Pero sólo había dos relojes. Al parecer, uno de los costosos Rolex había sido prolijamente quitado del lugar donde lo guardaban antes de la llegada de las autoridades judiciales y policiales. En uno de los estuches –según fuentes de la investigación– reposaba un reloj Hublot Geneve. En otra caja había un Rolex. Se presume que esos relojes eran de Pérez Gadín, un contador al que le remataron su casa porque no pudo pagar un crédito hipotecario. Pero el que faltaba, un Rolex Bracelet Oyster Dial Black, no era suyo. Es que en el estuche vacío los agentes de la PSA hallaron el manual de instrucciones, la garantía y una tarjeta con los datos de pertenencia. Ese reloj, que no estaba en la caja de seguridad que fue allanada, era de Lázaro Báez. Por lo menos así rezaba la tarjeta que sirve para identificar a los propietarios de artículos de lujo como ese reloj. La tarjeta tenía otro dato: Báez lo había comprado el 25 de mayo de 2012. Dentro del estuche, como mudo testigo de la rapidez con la que se llevaron el reloj, quedó olvidado un eslabón de repuesto. El Rolex no está. Seguramente lo tiene su dueño a resguardo. El resto de los objetos que fueron incautados están en el juzgado de Casanello. A ese lugar sigue llegando información que se suma al expediente donde se investiga si el próspero empresario que creció exponencialmente durante el kirchenrismo realizó operaciones de lavado de dinero. Fuente: http://www.infobae.com/notas/711426-La-extrana-historia-del-reloj-que-faltaba-en-la-caja-fuerte-del-contador-de-Baez.html
¿Dónde está el Rolex de Lázaro Báez?
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