“Salvé mi honor” dijo Nevin Yildirim, una mujer turca que asesinó y decapitó al hombre que la violó y la dejó embarazada.
El hecho ocurrió en la localidad de Yalvac, suroeste de Turquía la semana pasada. El hombre identificado como Nurettin Gider, recibió varios balazos de quien fuera su víctima.
La mujer, madre de dos niños de 2 y 6 años, se encontraba sola, luego de que su marido partiera a otro pueblo para llevar a cabo un trabajo de temporada.
Fue entonces cuando el hombre la atacó. La amenazó con un arma y le dijo que si se resistía la iba a matar al igual que a sus hijos. Se salió con la suya y violó a la mujer.
La situación se repitió durante ocho meses, lapso en que Nevin quedó embarazada (ya está de cinco meses y reclama un aborto), hasta el 28 de Agosto cuando decidió que ya era suficiente.
Esperó a que el violador saltar el muro de la parte de atrás de su casa y le disparó sin titubeos y lo hizo nuevamente cuando éste quiso alanzar su arma.
La mujer declaró: “Lo perseguí. Cayó en el suelo. Empezó a insultarme. Le disparé a su órgano sexual en esa ocasión. Se hizo el silencio. Yo sabía que ya estaba muerto. Luego le corté la cabeza”.
En total, le disparó diez veces, incluso varias veces en su región de la ingle. Luego llevó su cabeza, chorreando sangre, por los pelos a la plaza del pueblo y gritó frente a la gete que se encontraba en el lugar: “No hablen a mis espaldas, no jueguen con mi honor. Aquí está la cabeza del hombre que jugaba con mi honor.”
La mujer declaró tras ser arrestada que pensó en denunciar el hecho a la policía pero que de todos modos iba a aquedar como una “mujer despechada”, que iba a tener una “mala reputación” y por eso decidió matarlo, para “salvar su honor”. Muchas mujeres en su pueblo ya la consideran una heroína.