«No terminamos de entender bien cómo funciona esta cuestión», dijo el actor, quien habló de «la aparición de ciertos sujetos» que ponen en tela de juicio el discurso oficial
El actor Ricardo Darín volvió a referirse al enfrentamiento que tuvo con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner los primeros días de enero de este año, y se esmeró en resaltar que nunca se trató de «un ataque personal o un ataque al modelo».
«Sin embargo, tristemente, a meses de distancia, veo que muchos se están haciendo las mismas preguntas debido a la aparición de ciertos sujetos», dijo, en referencia a la investigación de lavado de dinero que involucra al Gobierno nacional y al allegado presidencial Lázaro Báez.
«No terminamos de entender bien cómo funciona esta cuestión. Sobre todo cuando se le pide a la gente que entienda el modelo, que tenga paciencia, que este camino es el correcto. Cuando aparecen líneas en contra de eso, algo se resiente», dijo en declaraciones a la prensa el protagonista de la cinta ganadora del Oscar «El secreto de sus ojos».
Darín, en una entrevista realizada hace unos meses por la revista Brando, había dicho que quería que alguien le explicara el crecimiento patrimonial de los Kirchner. Este comentario provocó la respuesta de la presidenta Cristina Fernández a través de su cuenta de Facebook, en la que se encargó de remarcarle la causa que él tenía por el contrabando de una camioneta. «Nunca me había pasado que un jefe de Estado me contestara. Es conmocionante, tenés unas horas o unos días en los que estás conmocionado y todo tu entorno se conmociona», comentó el actor, en alusión a la carta que le escribió la mandataria.
Pronto a estrenar la obra «Escenas de la vida conyugal», con Valeria Bertucelli y dirección de Norma Aleandro, Ricardo Darín aseguró que valora «muchas cosas que tiene esta administración y me parecen muy buenas, y hay otras que quisiera discutir».
«El tratamiento de ciertas cuestiones nunca me terminó de conformar. Ni siquiera me refiero a la presidenta, sino al tratamiento de un entorno que tiene mucha facilidad para ofenderse o que tiene la necesidad de exaltarse cuando en realidad lo que necesitan es que quienes gobiernan bajen la temperatura y digan: ‘Ok, vos pensás distinto, opinás tal cosa, charlemos, abramos el debate’. Mis reflexiones siempre giran en torno a eso», agregó
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