Cada vez que a la presidenta Cristina Kirchner le preguntan sobre el origen de su fortuna, ella responde que fue una abogada exitosa y que el estudio jurídico que contó con su esposo, Néstor Kirchner en Río Gallegos fue uno de los más importantes de la Ciudad. Anoche, Periodismo para todos mostró las 22 propiedades que Néstor y Cristina compraron durante la última dictadura militar y las inconsistencias de su patrimonio, que creció 46 veces desde 1995 hasta 2010.
Jorge Lanata contó que accedieron al expediente de la primera causa de enriquecimiento ilícito que se abrió en la Justicia Federal en junio del 2004, a un año de que Néstor llegara a la Casa Rosada. Esa causa recayó en el ex juez Juan José Galeano, y luego de que éste fuera destituido, pasó a manos de Julián Ercolini, quien lo sobreseyó en 2005.
En ese expediente estaban las declaraciones de bienes personales presentadas por Néstor Kirchner ante la AFIP entre 1995 y 2003. Según el análisis de la ex titular de la Unidad de Información Financiera (UIF), Alicia López, el matrimonio Kirchner no tiene cómo explicar el origen de sus fondos. Para López, que Néstor y Cristina hayan comprado 22 propiedades en cinco años es “una operación sospechosa”.
Según explicó el ex diputado radical, Javier Bielle, cuando los Kirchner montaron su estudio en Río Gallegos en 1976, contaban con información calificada que les permitió comprar casas que iban a remate a muy bajo precio y obtener instrumentos de financiación que luego cancelaban con los ingresos que, en concepto de alquileres, generaban las propiedades. La circular 1050, de marzo de 1980, también les habría permitido hacerse de varios inmuebles.
Pero el verdadero salto patrimonial de la Presidenta y el ex mandatario no se dio con los alquileres, sino con la política.
El primer cargo como funcionario público de Néstor fue en la Caja de Previsión Social de Santa Cruz, donde trabajó desde fines de 1983 hasta mediados de 1984. Después, en 1987, fue electo intendente de Río Gallegos, cargo que dejó en 1991 para asumir como gobernador de donde saltó a la presidencia en mayo de 2003. Sus ingresos por cargos públicos y alquileres no variaron sustancialmente entre 1995 y 2003: la suma de ambos fluctuó entre $ 160 mil y $ 210 mil.
En 1995, Néstor dijo haber ahorrado $ 120 mil y declaró casi $ 2 millones en cuentas bancarias, $657 mil en su cuenta corriente. Al año siguiente, esa cuenta corriente trepó a $ 819.059. En 1997, Kirchner declaró $ 2.306.598 en cuentas bancarias y la cuenta corriente casi tocó el millón.
El año siguiente lo superó, declaró $ 1.095.535. En 1999, Néstor tomó una buena decisión y pasó su plazo fijo de pesos a dólares, colocándolo a una tasa del 15% anual, muy por encima de la media de la época. En el 2000, pese a la crisis, el patrimonio de los Kirchner siguió creciendo y terminaron el año con 4.424.940 pesos/dólares en su cuenta corriente y depósitos en plazos fijos.
En 2001, cuando la Argentina empezaba a caerse a pedazos, antes del corralito financiero, Kirchner tomó otra buena decisión: sacó todos sus ahorros afuera, declaró un plazo fijo en el exterior por 1.815.274 dólares, y desapareció su millonaria cuenta corriente.
Un año después, en 2002, de ese plazo fijo de 1.815.274 dólares, Néstor trajo 400 mil dólares, que convirtió a un millón 300 mil pesos. Pero el haber pasado sus pesos a dólares antes de la caída de la convertibilidad fue la gran decisión, pasó de tener $2.119.252 a $7.532.751.
En 2003, el año que llegó a la presidencia, declaró ante la AFIP una renta exenta de impuestos por $3.730.000. Según el análisis de Alicia López de esos documentos, el origen de esos fondos no se explica. Además, los expertos en finanzas admiten que no existe negocio ni inversión declarada que le permitieran al matrimonio Kirchner obtener esa renta millonaria. En 2003, los Kirchner mudaron sus depósitos en el exterior a bancos argentinos.