La presidenta brinda su discurso en la 67º Asamblea General de Naciones Unidas. Luego se reunirá con el secretario general del organismo, Ban Ki-moon y, posteriormente, con su par de Egipto, Mohamed Morsi.
Al comenzar su discurso en la 67º Asamblea General de Naciones Unidas (ONU), la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en nombre del pueblo argentino, ratificó su repudio al asesinato en Bengasi (Libia) del embajador estadounidense en ese país, Chris Stevens.
“Este hecho tiene que servir para entender la necesidad de tener políticas diferentes orientadas a construir una paz duradera y verdadera y que antes de elegir el lenguaje de las armas, se elija el de la diplomacia”, sostuvo la mandataria durante su disertación.
Luego, al referirse a la crisis económica mundial, la Presidenta le respondió a la titular del FMI, Christine Lagarde, quien ayer apeló a la jerga futbolera y aseguró que la semana pasada Argentina recibió una «tarjeta amarilla» y que en diciembre será «la roja» si «no se hacen avances» en las estadísticas.
“Quiero decirle que esto no es un partido de fútbol, sino la crisis económica y política más grande vesde la década del ’30”, sostuvo Cristina, quien luego, continuando con la ironía futbolística, afirmó que, en materia de tomar responsabilidades, es mucho mejor el rol del presidente de la FIFA que el de los directores del FMI.
“Mi país no es un equipo de fútbol, sino una nación soberana y no va a ser sometida a ninguna presión ni amenaza”, remarcó la mandataria, quien también explicó que su rol en la ONU no es el de dar lecciones, sino simplemente contar la experiencia de un país que vivió situaciones similares a las que están viviendo otras naciones del mundo desarrollado.
«No nos creemos maestros de nadie pero, como miembro del G20, tenemos que tomar medidas que no se han tomado», agregó al respecto.
Tras pronunciar su discurso ante la Asamblea, la mandataria argentina tiene previsto reunirse con Ban Ki-moon y posteriormente, en lo que será su único encuentro bilateral, con su par de Egipto, Mohamed Morsi.
La titular del Poder Ejecutivo nacional destinó buena parte de los últimos días a preparar el discurso, ya que el debate es la ocasión que tiene cada país de presentar su parecer sobre la política internacional a los ojos de todo el mundo.
En ese marco, la Argentina viene aprovechando el escenario para reivindicar las decisiones soberanas de su Estado, reclamar por los desactualizados mecanismos de decisión de los organismos internacionales (incluida la ONU) y para marcar las diferencias del nuevo momento político que atraviesa el país la región.
La reunión plenaria de la Asamblea comenzó esta mañana con el discurso de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y cuenta con la participación de otros 195 mandatarios de todo el mundo.
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